Vive para morir #Wattys2015

Reencuentros

Gemma conducía su pequeño y antiguo mercedes por las calles de Brooklyn mientras Sarai miraba fuera de las ventanas del coche admirando cada detalle que la ciudad le mostraba. Hacía tanto tiempo que no venía por esta zona de la ciudad que le costó demasiado tiempo recordar la entrada a la gran base internacional escondida bajo tierra. Se acercó a la puerta trasera de un restaurante chino. Ahí se encontraba un gran contenedor de basura que su amiga intentaba empujar desesperadamente sin conseguir un solo centímetro de diferencia hasta que Sarai la apartó y de una sola patada consiguió mover el contenedor lo suficiente como para ver una pequeña zona rectangular en el suelo.

- Genial, no hay forma de abrir esta cosa-dijo Gemma tras estar un buen rato inspeccionándo el pequeño rectángulo.
La verdad era que Sarai tampoco sabía como abrirla porque cuando ella aún era agente bastaba con empujar el estúpido contenedor. No quería ni pensar en la razón por la que los Ridders aumentaron su seguridad pero de poco les serviría si no lograba avisarles de que había híbridos infiltrados en la organización. Solo el pensar que a sus antiguos compañeros podría pasarles algo si ella no llegaba a tiempo la enfurecía tanto que no pudo controlarse al dirigir un fuerte puñetazo a la trampilla viendo como el panel se iluminaba en la zona del golpe.

- Claro que han puesto un panel táctil-pensaba Sarai en voz alta-y se quejaban por mi vida demasiado "mecanizada".

Sarai se inclinó junto al panel y se quitó uno de sus negros guantes de cuero. Había vuelto a ponerse su antiguo uniforme de Ridder porque era tan ligero que le permitía hacer cualquier tipo de movimiento. Aunque, para ser sincera consigo misma, no le desagradaba la idea de volver a ser una verdadera Ridder junto a sus leales compañeros. Ahora que podía caminar de nuevo solo debía superar las muertes de Rayleigh y Scott para regresar a sus peligrosas pero emocionantes misiones. ¿Podría conseguirlo?
Sarai posó su mano desnuda sobre el panel viendo como este escaneaba su palma. No ocurrió nada hasta que el panel se iluminó en verde y una aguda voz mecanizada habló.

- Sarai West, Ridder de nivel 3, dahal subcomandante de la primera división especial, accesso permitido.

No podía creer que sus datos aún estuvieran en el sistema. No sabía si eso era bueno o malo pero por ahora le permitía el acceso a la base y eso era una ventaja que debía aprovechar.

- ¿Subcomandante? ¿división especial? ¿cuándo pensabas contarme qué eres más importante de lo que admites? ¿y te extraña que lleven tanto tiempo buscándote?- La pequeña rubia parecía realmente indignada por la falta de información pero al hablar solo le recordó a Sarai la razón por la que aún le ocultaba algunas cosas. Solo quería protegerla y por eso no iba a permitir que Gemma entrase con ella. No podría poner a su amiga en peligro durante mas tiempo. Pero justo cuando se giró hacía ella para decirle esto mismo el panel que ambas estaban pisando se abrió y las dejo caer al interior.
Sarai sintió el golpe de su espalda contra el suelo apenas un par de metros más abajo y se levantó para comprobar el estado de su amiga. Gemma estaba de pie sacudiendo la blusa blanca que llevaba puesta mientras maldecía en voz alta.

-¿Que clase de entrada a una base secreta está hecha para que sus agentes se abran el cráneo antes de poder entrar?-preguntaba su amiga enfadada.

- En realidad, solemos caer de pie- dijo una voz masculina que las sobresaltó a ambas y las hizo girarse a una pequeña puerta que se había abierto para permitir que entrase un poco de luz entre las sombras.

Aarón, con su cabello moreno más corto de lo que Sarai recordaba, caminaba elegantemente hacia ellas con una sonrisa plasmada en el rostro. Sarai aún no entendía muy bien lo que había ocurrido anteriormente con él ¿la había traicionado o realmente solo intentaba ayudarla? Por lo poco que sabía ella Aarón había estado dispuesto a arriesgar su vida visitando a un híbrido muy poderoso solo para que ella fuese capaz de volver a caminar ¿qué significaba eso?
Sarai decidió que en ese momento había cosas mucho más importantes de las que preocuparse que un simple imbécil que ella podría tumbar fácilmente y que muy poca importancia tenía para ella ¿verdad?
Se colocó delante de Gemma cubriéndola con su cuerpo como señal de que deberían pasar por encima de su cadáver si querían tocarle un solo pelo a su amiga.

- Vengo a hablar con Travis. Llevame donde sea que esté él.

- Tranquila Sam, el comandante Seaside tiene programa una alarme para que suene si alguna vez intentas entrar en esta base. Cosa que has hecho por lo que debe estar dirigiéndose hacia aquí tan rápido como sus pies le permiten.

- Te he dicho que no me llamo Sam así que deja de llamarme así.- Sarai agradecía la información pero seguía sin sentirse cómoda cuando el la llamaba así. Le recordaba que el hombre que tenía delante desconfiando de él una vez fue su mejor y único amigo.

- Sarai tampoco es tu verdadero nombre.- Aarón terminó la frase con una sonrisa que no le dejaba claro a Sarai si sabía la verdad sobre su pasado o simplemente intentaba averiguarlo.

Sarai estaba a punto de responderle cuando la puerta por la que Sam había entrado anteriormente se abrió de un solo golpe tan fuerte que golpeó la pared. Todos se giraron para ver al nuevo individuo sorprendidos pero solo Sarai lo reconoció.
No era Travis.