Sin Cadenas

CAPÍTULO I "Señor Villert"

Desperté con ese horrible sentimiento de vacío interminable en mi pecho de nuevo, todas las mañanas desde que tengo memoria han sido de esta forma. Es como si hubiera un agujero profundo en vez de un corazón latiente dentro de mí, lo más triste de todo, es que no siento nada; curioso ¿No es cierto? Un sentimiento en el que no se siente nada, suena ilógico pero de esa manera y hasta la fecha no sé como llenar el vacío que me ha invadido por todos estos años.

Los luminosos rayos del Sol invaden mi blanca y grande habitación por la ventana a un costado de mi cama, no hay rincón en el cuarto que no esté repleto de luz, siempre fui capaz de observar la belleza de las mañanas, más nunca fui capaz de disfrutarla. Me siento en la cama y debajo, en mis pies puedo darme cuenta de que Saturno está conmigo por la forma en la que su suave y sedoso pelaje de plata acaricia mi piel; Saturno es mi gato, ha estado conmigo desde que tengo 15 años y actualmente, con 25 sigue acompañándome. Levanto al gato del suelo y lo levanto de la manera en la que sus hermosos ojos azules se encuentran con los míos, siempre amé esos ojos ya que de cierta forma puedo observar en ellos un enorme océano lleno de misterios... Nunca llegas al final de éste, por lo que nunca sabes qué hay en las profundidades.

Le entrego a Saturno una sonrisa y él en respuesta, me da un maullido y una tierna lamida en la mejilla. Bajo al gato y voy por algo de ropa para darme una ducha, entro al baño y hago que el agua moje mi cara para asegurarme de estar completamente despierto antes de ir a trabajar. Después de bañarme y alistarme para el trabajo le doy comida al gato y preparo un poco de fruta, acabando de desayunar lavo los trastes y le dejo agua y comida a Saturno para más tarde. Acaricio su cabeza y tomo las llaves de mi auto para dirigirme al hospital a trabajar, soy neurocirujano en el Hospital Esperanza, el mejor de toda la ciudad y uno de mejores y más prestigiados del país. Me subo al auto y me dirijo hacia allá, cuando llego mi asistente y amiga Gretchen ya está dando indicaciones a la familia de mi próximo paciente
-Buenos días, Doctor Villert- Me dice contenta, como todos los días de trabajo.
-Buenos días Gretchen- Le respondo con una sonrisa. Gretchen y yo estudiamos juntos en la universidad, somos buenos amigos desde hace tiempo -Buenos días, ¿Cuál es su nombre señora?- Le digo a la paciente.
-Buenos días Doctor, mi nombre es Ann Smith. El Doctor Hanson me envió con usted por la cirugía de mi esposo Jim.
-¡Oh, encantado Señora Ann! El Doctor Hanson me dijo que vendría, pero no cuándo.
-Estuve hablando con la Señora Ann y con sus familiares- Dice Gretchen -Usted me dijo que pensaba hacer la operación antes de la próxima semana debido a la enfermedad del Señor Smith, así que le dije a la Señora Ann que le haríamos la operación a su esposo este Jueves, ¿Le parece Doctor?
-Estoy de acuerdo Gretchen, si la Señora Smith está conforme con la fecha de la operación podemos llevarla a cabo para este Jueves.

Según el Doctor Hanson, Jim Smith tenía un pequeño tumor en el Hemisferio Derecho del cerebro y su esposa vendría a hablar conmigo acerca de su operación, pero no sabía cuando...De todas maneras no tengo problema el Jueves, así que lo operaré dentro de 3 días, hablaré con el equipo y operaremos por la tarde.

-Doctor Villert, se solicita su presencia en la oficina del Doctor Hanson.

Escucho el llamado desde el altavoz en mi oficina, debe de ser por el Señor Smith. Es la oportunidad perfecta para charlar con Hanson sobre la operación. Me acerco a Gretchen y a la Señora Smith, me despido de ellas y le doy indicaciones a Gretchen para Ann, me voy de mi oficina y me dirijo hacia la de Hanson.
Al llegar con él, discutimos por unas horas sobre el Señor Smith y su operación, fuimos con el equipo de operaciones y charlamos sobre la situación; luego de un tiempo viendo el caso de Jim mi día de trabajó acabó, ya no tenía más pacientes ni operaciones por lo que podía irme ya que no tenía nada que hacer ahí por el momento.

Subo a mi auto y me dirijo a comer algo, voy a un restaurante en el centro al que me gusta mucho ir después de trabajar. De cierta forma me recuerda a la casa de mis padres en el campo, ya que tiene ese encanto rústico que enamora a la mayoría de las personas, después de comer me dirijo a casa y tomo mis cosas para ir al gimnasio, Saturno me sigue a la habitación y se queda ahí un rato mientras busco mi ropa; descanso unas horas y de nuevo salgo de casa, me gusta estar ocupado por que hacer cosas distintas despejan mi mente y... Eso es necesario, en mi caso.

Al llegar al gimnasio, tomo una de las caminadoras y la uso por un buen rato, prosigo tomando una de las cuerdas y saltando un momento para finalmente, practicar un poco de Muay Thai con Christian. Él es un amigo que conocí aquí en el gimnasio, nos llevamos bastante bien ya que él también es Doctor, sólo que es Cardiólogo, normalmente cuando practicamos hablamos sobre nuestros días en nuestros respectivos hospitales. Termino mi rutina en el gimnasio y me dirijo a casa, llego y observo a la señora Emily con su pequeña hija de 9 años Lily, la vecina me saluda y su pequeña hija me sonríe
-¡Hola Señor Villert!- Me dice la pequeña Lily, con una enorme sonrisa y alcanzo a observar que le falta un diente.
-¡Hola Lily! Mándale saludos a tu padre de mi parte, por favor.
-¡Si Señor Villert, hasta luego!- Se despide la niña, orgullosa de la ausencia de su diente mostrando una sonrisa de oreja a oreja.

"Señor Villert", eso me gusta...

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¡Hola! Éste es el primer capítulo de una historia que se me vino a la cabeza y pues, decidí escribirlo.
Si veo que llama la atención y hay personas a las que les gusta lo subiré y si sólo es poca gente puedo enviárselos por Messenger o algo... No sé, lo hago por diversión (:
Espero que les agrade n_n