LA PUERTA

9 0 0
                                    

11 p.m.

El bebé se despertó entre gritos y lágrimas.

La madre corrió para tomarlo en sus brazos.

...

11:15 p.m.

Carmen se paseaba a lo largo de toda la sala con el pequeño Pascal llorando en sus brazos.

Era una noche fría y con una atmosfera cargada de misterio, lo sobrenatural se percibía en el inquietante viento que amenazaba con arrancar la copa de los árboles. Esta sensación era nueva para los habitantes de Lot quienes siempre habían gozado de la tranquilidad antes típica del lugar; pero todo cambio a raíz de los recientes avistamientos sobrenaturales.

El primero de estos sucesos se registró hace una semana cuando una misteriosa mujer apareció en el pequeño hotel del pueblo. Era alta y delgada, demasiado delgada, la piel se le pegada a los huesos, llevaba un enorme sombrero negro que impedía visualizar su rostro. La mujer pidió un cuarto con servicio a la habitación y no salió de ahí sino hasta el quinto día.

-Dicen que es la muerte –dijo Sandra, la dueña del hotel.

-Esos son chismes –dijo Teresa.

-No son chismes. Ella viene por una vida, pero no cualquier vida, quiere una alma limpia –dijo Julia.

-Mi abuela me conto que esto ya había ocurrido hace muchos años. Cuando ella era niña la muerte también visito el pueblo –dijo Charlotte.

...

11:30 p.m.

El bebé proliferaba gritos incesantes de dolor.

-No logro calmarlo -. Carmen comenzó a inquietarse aún más -. Quizás deberías ir por el doctor –le dijo a su marido quien lucía aún más nerviosos que ella. De inmediato el hombre tomo su chaqueta dispuesto a salir en busca de un doctor que calmara el llanto de su pequeño.

-Volveré pronto –dio un cálido beso a su mujer y a su hijo y salió por la puerta para cumplir con su palabra.

La segunda noche desde la llegada de la misteriosa mujer los eventos sobrenaturales se hicieron presentes en el pueblo, iniciando en el hotel.

-¿Por qué estás tan asustada? –pregunto el viejo Ronald a Sandra.

-Anoche ocurrió algo muy extraño –susurro mientras miraba hacia ambos lados para evitar ser escuchada.

-¿Qué paso? –pregunto el anciano en un discreto susurro.

-Anoche escuche pasos sobre el techo de mi casa, al principio creí que se trataba de mis nervios, pero después estos se hicieron más fuerte, ya no eran solo pasos ahora alguien bailaba frenéticamente y reía de forma áspera, casi como un rugido.

-No creo...

-Pues yo si lo creo –interrumpió Esther -. Quienes bailaban en tu techo eran brujas.

-¿Brujas?

-Sí, brujas. Anoche Martha y yo las vimos: eran tres grandes bolas de fuego que atravesaban el cielo.

-Pero por qué bailarían sobre mi techo –inquirió Sandra sintiendo un súbito escalofrió.

-Porque ella está aquí –dijo Esther con un susurro.

-¿Ella? –pregunto Ronald quien hasta el momento había permanecido en silencio.

-La muerte...

...

12:00 a.m.

Carmen continuaba en desvelo paseando de un lado a otro de la habitación con su pequeño hijo en brazos, y de pronto los recuerdos la invadieron.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 29, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

LA PUERTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora