Desde que salimos del Metegol y vivimos en el garaje de Amadeo, los jugadores seguimos haciendo futbol, porque nos encanta y es lo mejor que hacemos. Casi siempre nos mezclamos, Granates y Rayados. Armamos equipos distintos cada vez, y está divertido eso de cambiar de compañeros y de rivales en cada partido.
De vez en cuando, sin embargo, al Capi y al Liso se les da por organizar desafíos: todos los Granates contra todos los Rayados, como cuando estábamos en el Metegol. Y en el fondo, eso de los desafíos es un lío. Si en los partidos comunes se discute, en los desafíos se discute el doble. Y si en los partidos comunes a alguno se le va la mano con el juego físico, en los desafíos hay que tener cuidado porque se pone pierna fuerte hasta para sacar un lateral. Cada dos por tres, alguno termina lastimado. O enojado, que es peor, porque el enojo dura más que los moretones.
Bueno: esto que les voy a contar empezó, justamente, por culpa de uno de esos desafíos. La cosa más o menos así...
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METEGOL: EQUIPO EN PELIGRO
ContoLos Rayados organizan, a través de internet, un desafío con un misterioso equipo local. Los jugadores se escapan de la casa de Amadeo, pero desconocen que, en realidad, se están dirigiendo a un campo de batalla con soldados que luchan sin cesar. El...