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—Sino pasa el próximo examen, desaprobará la materia. —Dijo cerrando el libro y guardándolo en su bolso.
— ¿Desaprobar? —Pregunto asustado. — Pero profesora, no podre jugar en el campeonato... —La señora levanto la mano para evitar que siguiera.
—No hay peros joven, más estudio y menos fútbol. —Fueron sus últimas palabras antes de marcharse dejándolo totalmente solo en esa fría aula.

Era viernes por la tarde y había entrenamiento. El campeonato regional estaba a la vuelta de la esquina, solo los mejores equipos entraban a ese torneo, el cual con mucho dedicación Jaehwan y sus compañeros logran entrar. Los esfuerzos por fin dieron sus frutos.
— ¡El campeonato! —Gritó emocionado un rubio. — ¡Al fin! —Estaba saltando de tal emoción.
—Todos estamos emocionados, cálmate un poco Wonshik. —Le dijo un joven moreno mientras leía una libreta que tenía en la mano.
— ¡No puedo! —Estaba trotando rápido en el lugar como si estuviera listo para correr.
—Si tanta energía tienes ve a correr. —Le dijo cerrando la libreta. —Eso hará que la gastes.
—Paso.
—Igual lo vas a tener que hacer. —Susurró mientras le sonreía.
— ¿Dijiste algo? —Dijo Wonsik mirándolo mientras ladeaba la cabeza, el moreno puso los ojos en blanco.
—Hakyeon. —Lo llamo un joven alto de pelo negro. El nombrado lo miró. —Traje las cosas para empezar a entrenar.
—Genial. —Dijo sonriendo. —Sera mejor que empecemos ahora. —Hakyeon recorrió todo el panorama y se detuvo en dos individuos. —Oigan ustedes dos dejen de pelear. —Los fulmino con la mirada y ambos se congelaron en el lugar por un minuto, pero no duro mucho ya que siguieron peleando — ¿Acaso quieren que los golpe?—Lo ignoraron otra vez. —Estos niños de hoy, ya no respetan a sus mayores. —Dijo poniendo una mano sobre su frente. —Taekwoon.¿Podrías? —El nombrado asintió con su cabeza y se dirigió hacia ambos. Hizo chocar sus cabezas, los dos se quejaron y Hakyeon río triunfante.
— ¿Por qué hiciste eso? —Se quejó uno de ellos frotado su cabeza.
—Eso fue cruel. —Dijo el otro. —Si tenías que pegarle a alguien era a Hongbin.
—Tú empezaste. —Lo señaló amenazante.
—Tú me golpeaste primero. —Le dijo el menor.
— ¿No te enseñaron que mentir es malo?—Le reprochó
— ¿No te enseñaron a no golpear menores?—Le contesto burlón.
—Te vas a ganar otra.
—Te has mandado al frente sólo. —Le dijo levantando una ceja y sonriéndole. —Tonto.
—No lo he hecho.
—Si lo has hecho.
—No.
—Si.
—No.
—Si.
—No.
—No. —Hyuk le jugo una trampa al mayor.
—Si. —Y este cayó en ella. — ¡Oye!—Le grito. El menor se río. De repente, detrás de Taekwoon que estaba observando esta escena sin inmutarse, apareció Wonsik.
—Los que se pelean se aman. —Dijo cantando.
—Cállate. —Hablaron ambos al unísono. El rubio les mostró la lengua burlonamente.
— Cincuenta lagartijas. —Dijo Taekwoon ya cansado de su pelea infantil. Los demás lo observaron. —Cien ¿O agrego más?—Dijo mientras observaba a Hongbin y Hyuk, que lo miraban asombrado. Wonsik rio ante la escena. — ¿Quieres unirte? —Le pregunto mirándolo, el rubio negó con la cabeza. — ¿Van a empezar o les agrego más?
— ¡NO!—Gritaron los dos, empezando a hacer los ejercicios.
—La próxima correrán todo el día.
En el equipo tenían una regla que consiste en que si alguien pelea o discute, tendrán que ejercitarse por 10 minutos hasta que pase el enojo. En este caso Taekwoon fue más exigente.
Mientras tanto, sentado solo en una banca, se encontraba Jaehwan, mirándolos. Hakyeon se sentó a su lado y lo observo preocupado.
— ¿Te sucede algo? —Le preguntó. Jaehwan no lo miro. Su vista estaba clavada en los demás. En alguien.
—Hoy, la profesora me ha dicho, que si falló el próximo examen, no aprobaré la materia... —Su voz sonaba triste.
—Y no podrás participar en el torneo. ¿No?—Hakyeon puso su mirada sobre los demás, Hyuk y Hongbin seguían haciendo las lagartijas. Aunque no lo parezca, se llevan bien, solo tienen sus pequeñas diferencias. Sonrió como si fuera una madre.
—Así es.
—Entonces estudia. —Le dijo tranquilamente, Jaehwan lo miró exaltado.
—Lo dices como si fuera fácil.
— ¿No lo es?
— ¡Necesito un milagro!—Dijo tapando su cara con las manos, para después largar un grito.
—Creo que estas de suerte. —Le dijo sonriendo.—Puedo concedértelo.
— ¿De verdad?—Dijo sorprendido.
—En realidad. —Hizo una pausa y lo miro. —No. —Jaehwan lo miro triste. — ¿Acaso pensabas que era tu hada madrina? —Se encogió de hombros. —Pues no. Pero creo que se quién puede ayudarte...—Su mirada ahora estaba puesta fijamente en uno de los jóvenes.
—Serías una fea hada madrina. —Le dijo poniendo cara de asco. Hakyeon frunció el ceño.
— ¿Quieres que te golpee?—Levanto la mano amagando a querer golpearlo. Jaehwan se levantó del asiento.
— ¿Te han dicho que si te enojas te obscureces más? —Le preguntó. Hakyeon se levantó bruscamente, Jaehwan río y salió corriendo.
— ¡¿Acaso quieres morir?!—Le gritó. Los demás pusieron su atención en él. — ¿Qué miran?—Los señalo. —Empiecen a correr.

《 LOVE EQUATION 》 || KEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora