Destino (1era, 2da y 3era Generacion) (Harry Potter)

Anexo: La Batalla de Hogwarts.

Hermione Granger realmente no sabia que le sucedía ese día.

Tenia un mal presentimiento, como si su corazón le gritara "Corre, corre lejos, antes de que te encuentren"

El problema era que no sabia a donde es que iba a correr ni de quien es que debía escapar. Ella ignoro sus intuiciones.

Estaba acostada terminando la ultima pagina de su nuevo libro cuando un ruido sonó en la planta baja.

Al principio, no le presto mucha atención, lo más probable es que haya sido su gato, pero luego de que el sonido de pasos se oyera por el pasillo se paralizó.

Con un movimiento de dedos apago las luces.

Eso es algo que podía hacer y que ningún otro humano (o al menos uno que ella conociera) hacia. Apagar y prender las luces. Mover cosas. Lanzar chispas de colores de sus dedos. No más de eso, lo más grave que había hecho, había sido congelar a una chica de su instituto que la molestaba.

Volviendo al caso de los ruidos que sonaban en el pasillo...

Hermione frunció el ceño a la vez que se levantaba de su cómoda cama lo más silenciosa posible.

No era posible que sus padres hayan vuelto tan temprano. Hacia media hora que habían ido y la cena con sus amigos odontologos no terminara hasta dos o tres horas después.

Quizás las cosas se habían cancelado y ellos estaban de vuelta.

Antes de que siquiera un pensamiento se pudiera formular en su cabeza la puerta de su habitación estallo por los aires.

La castaña cayo al suelo en un acto reflejo y cuando levanto la cabeza para mirar se llevo la imagen más extraña que podría haber encontrado ese día.

¿Acaso era Hallowen y algunos locos se habían metido a hacer bromas de mal gusto a su casa? Eso seria allanamiento de morada y tendría como consecuencia varios días en la cárcel si es que Hermione y sus padres decidían ser buenos.

El punto era que los extraños hombres y la esbelta (pero no menos rara) mujer encapuchados de negro aun se mantenían allí parados, desafiantes.

Sus... ¿Túnicas antiguas? eran de color negro carbón y le llegaban hasta por debajo de los pies, sus capuchas eran anchas y cubrían parte del rostro de los desconocidos. Hermione noto las largas varas de madera que sostenían las tres personas que aun se mantenían de pie.

-¿Pero que tenemos aquí? Mira Bella... creo que encontramos una pequeña muggle- dijo la voz de un hombre de pelo rubio platinado y largo.

-Así lo veo Lucius, ¿Me darás el honor de torturarla antes de matarla?- contesto la única mujer del extraño grupo.

-Seria un placer, Bella, pero lamentablemente no podemos perder el tiempo en esto, la batalla se esta dando en este preciso momento en Hogwarts, nuestro señor nos necesita- respondió el tal Lucius.

La chica, que no se sentía pequeña de hecho ya tenia 17 años e iba a cumplir la mayoría de edad, frunció el ceño pensando a que diablos podían referirse aquellos lunáticos.

¿Hogwarts? ¿Acaso seria un loquero?

-Eh disculpen... No se quienes son, que hacen aquí, o que es siquiera Hogwarts, pero me gustaría que salieran de mi casa antes de que llame a la policia...-La interrumpieron las fuertes carcajadas.

-oh niña, tus estúpidos oficiales muggles no podrán ayudarte- dijo el tercer hombre aun desconocido- Te mataremos antes de que siquiera puedan aparecer.

El miedo inundo los ojos de la castaña, ¿Porque la matarían a ella?

-Si te preguntas porque es que te mataremos... Te diría que solo por diversión, pero me temo que es más que eso... sabemos lo que puedes hacer, sabemos que solo eres- La mirada del hombre se transformo en puro odio- una maldita sangre sucia, y nuestro deber es exterminar a las personas como tú- escupió con asco.