Bella cómplice (EXO "Lay/Kai")

Capitulo 1

—De nuevo lo esperaba fuera de casa cinco minutos antes de la hora que acordamos que me recogería; siempre intentaba verme bien para él; todos los que nos conocían no dudaban del loco amor que existía entre nosotros.

De pronto el rugir tan único del auto se escuchó a pocas cuadras hasta llegar frente a mi casa, bajo la ventana del copiloto y ahí estaba Kris... Con esa sonrisa que tanto me encantaba. Camine hasta el auto, subí a este, cerré la puerta, pase mi mochila al asiento trasero mientras me colocaba el cinturón y por fin mis ojos hicieron contacto con los suyos.

—Hola, amor –Su tono de voz me resultaba tan atractiva junto aquella sonrisa que me erizaba la piel–
—Hola bonito...–Me escuche temblorosa, aún teniendo tiempo tratándole así, seguía pasándome exactamente lo mismo como la primera vez que le dije "Hola"–
—Te ves hermosa –Comentó cortando lentamente la distancia entre su rostro y el mío. Yo no podía hacer mucho pues el cinturón de seguridad no me lo permitía. De apoco sus labios tocaron ligeramente los mios y...–

—Kathia... ¡Kathia! Despierta... –Enseguida abrí los ojos pues esos gritos me despertaron de ese bello sueño– Katty tardas mucho arreglándote y sí no te levantas ahora se te hará tarde...–Mi hermana me dio ligeras palmadas en la espalda mientras yo intentaba que mis ojos se acostumbraran a la leve luz que entraba entre las cortinas-

—Mia, es el primer día, aparte, interrumpiste ese beso entre...
—¿Kris y tú? –Interrumpió mis palabras con ese tono divertido- Él nunca te hizo caso, ahora que estarás en ese nuevo colegio deberías olvidarlo... Y ya levantate ¡Anda!

-Salió de la habitación y me levante enseguida, me dispuse a prepararme para ir al colegio...
No tarde mucho en bañarme ni en vestirme, lo único bueno que le encontraba a esa escuela era que podía vestirme como quisiera así que unos Jeans, blusa de color negro y converse, eran lo más cómodo que había querido usar ese día. Yo no soy de mucho maquillaje, apenas delineador y brillo labial. Una coleta que no sujetaba firme mi cabello y ya estaba lista para bajar con mi hermana.

—Woo... Aunque una minifalda no estaría mal –Comento entre risas —¿Nos vamos?
—Si... Pero... ¿Y mamá? –Sus labios formaron una mueca mientras me entregaba una manzana —En el trabajo ¿Cierto?

Se suponía que nos habíamos mudado para que se le facilitara el trabajo. No saliera temprano ni llegara tarde, pero al parecer sería igual.

Ambas salimos de la casa y subimos al auto, yo solía andar en mi motocicleta por lo cual el carro era de mi hermana. Pero ya habíamos acordado de que me llevaría al colegio la primera semana.

Ella es un año mayor que yo, pero tenía beca en la universidad en la que ella estaba, por eso ella seguiría yendo a ese colegio mas sin en cambio yo me había cambiado para ayudar a mi mamá con los gastos.

Nos mantuvimos calladas todo el camino hasta llegar al colegio, me quite el cinturón pero no me atrevía a bajar del auto-

—¿Pasa algo? –Susurró, mas yo no podía responder, aquel nudo en la garganta ponía en aprietos mis cuerdas vocales. Sabía que este cambio lo había hecho por mamá pues era necesario... De pronto la imagen de mi papá inundo mi cabeza, aún no podía creer como nos había dejado por otra familia pero.... Sí él puede, tú también puedes seguir Katty. Yo puedo con esto...

—Kathia ¿Estás bien?

Su voz me hizo volver a la realidad, asentí y baje del auto para después cerrar la puerta dándole la espalda.
—Nos vemos más tarde hermanita, buena suerte... –El sonar del motor se alejo junto a mi hermana y fue entonces cuando me dispuse a entrar al colegio "Tu puedes Katty" Me repetía una y otra vez mientras avanzaba entre los pasillos con aquella hoja que según el director me dijo me serviría pero ¡No dice las ubicaciones!
Sólo vienen las materias, el horario y el número de casillero que me toca ¿Cómo sabré a donde ir?

No importa como fue que lo hice... Pero llegue a los casilleros.
—209, 209, 209... –Aquellos números giraban en mi cabeza mientras buscaba mi casillero hasta que lo encontré, intente ingresar la clave del candado pero era inútil, no habría– ¡Estúpido candado! –Di un golpe sobre este, realmente estaba enojada. Era ya la segunda vez que escuchaba el timbre y yo aún no entraba a ninguna clase y eso me ponía aún más de malas– Maldita cosa, estúpido candado...

-De pronto pude sentir algo cálido cerca de mi así que me gire quedando contra el pecho de alguien haciendo que alzara la mirada para verle bien.

Parecía una enana a su lado.

Él me miraba de arriba a bajo, como sí me escaneara haciéndome sentir un tanto incomoda-

—¿Buscas algo? -Cuestione de manera seria pero su expresión mostraba coraje —¿Qué quieres? -Me aleje un poco de él manteniendo aquel contacto visual al filo- ¿Qué diablos quieres?

Fue entonces cuando me aparto de su camino y comenzó a ingresar la clave en el candado —¿Que te pasa idiota? -Escupí mientras lo empujaba, su mirada se torno aún más seria —Es mi casillero, idiota... –No sabía por que le hablaba así pero no podía mostrarme intimidada entonces el comenzó a reír haciendo notar aquel sarcasmo-
—Este es mio boba... -Entonces restriegue mi hoja en su cara-
—El doscientos nueve es mio tonto... -Arrebato la hoja de mis manos y comenzó a leerlo... No tardo mucho en escucharse su risita-
—Ahí dice "Doscientos cuatro" boba... –Arrebate la hoja y pude darme cuenta que era cierto. ¿Cómo diablos pude leer doscientos nueve?

Eres una tonta Katty

Poco a poco comencé a sentir como mis mejillas se calentaban, no era necesario ser adivina para saber que estaba más roja que un tomate.

Él no tomo importancia a mi presencia pues al abrir su casillero pareciera que hubiese desaparecido.

Ahora sí, busque mi casillero el cual abrió fácilmente... Tome algunos libros de las clases que me tocaban, pero llegar temprano a clases era lo de menos, sólo esperaba que nadie más hubiese visto mi babosada con el chico. Cerré de nuevo mi casillero y me gire tan rápido que choque con una chica la cual me mostraba una sonrisa.

—Lo siento... Soy muy distraída –Era cierto y omiti el "Y tonta" pero ella no parecía molesta. Ambas nos escaneabamos con la mirada hasta que por fin le escuche hablar-
—No te preocupes... Parece que Lay te hizo pasar un mal rato
–Aunque al principio no entendí, el recuerdo de aquel chico volvió a mi...
Lay... Con que así se llama