El mejor amigo

Si vos sólo supieras
Lo que se siente ser quien soy
Camino por las calles
Pero aún con mi cabeza en alto
Lo único que veo son pies.

Una noche en mi camino,
Con una hambruna insoportable,
Un niño se me acercó
Me dijo que era lindo y suave
Y a su casa me llevó.

Una linda choza baja,
Ni tan grande ni tan chica,
Con un gran ventanal
Y en su alféizar
La más bella margarita.

El niño entró corriendo,
Yo con gusto lo seguí,
Pero un viejo gordo y feo
Se pegó un susto tremendo
Y me obligó a salir.

Saliendo de la puerta
Emprendí hacia la calle
Pero antes de alcanzar la reja
Llegó una mujer muy linda
Y me miró con ojos amables.

La mujer me hizo entrar,
Esta vez fui con despacito
Y tuve mucho cuidado,
No sea cosa que salga el viejo
Y me heche de un palazo.

Después de un par de gritos,
Y de salir afuera para evitar la discusión,
Vi salir de vuelta al niño
Quien corrió hacia mi contento
Y me dio un abrazo que derritió.

Des pues de un par de días,
Una vez que perdí mi olor,
Al fin me dejaron entrar,
El lugar no era muy grande
Pero tenía algo especial.

Cuatro años más tarde
Don viejo cruza la puerta
Parece cansado,
Sus ojos lloran,
El viejo se ha lastimado.

Me acercó sigiloso,
Aún no tenemos la mejor relación,
Pero el me mira de reojo
Me hace señas,
Quiere que lo acompañe al sillón.

Jamás espere lo que vendría,
El pobre hombre se puso a llorar
Y entre llantos y lágrimas pedía
Saber como explicar a su hijo
Que ha muerto su mama.

Yo hice lo que pude
Lo mire a los ojos
Lo deje abrasarme
Le di un par de besos
Y espere a que se calme.

Después de ese día todo cambio,
La dulce mujer nunca volvió
El niño ya creció
Y aquel viejo feo
Mi mejor amigo se volvió.

Y así pasaron los años,
Mi amigo no tan niño nos dejó
Aunque vuelve de vez en cuando,
Ahora solos nos quedamos
El viejo Manuel y yo.

Ya estoy viejo y cansado,
Pero una vida plena viví,
Me acuesto de costado
Mirando mi margarita,
que aún seguía allí.

El viejo se encuentra a mi lado,
Se que no esta bien
Algo malo sucedió
Tiene cara de cansado
Y porta una mirada gris.

De golpe rompe en llantos
Quiero levantarme y ayudar
Intento mi torso levantar
Pero mis músculos no pueden mas,
Pobre don manuel.

De la nada me llegan recuerdos
De mi vida en la calle
De mi vida en la casa
De don manuel
De su hijo y su dulce mujer.

Pero en estos tiempos no veo nada,
Sólo un blanco infinito
Una paz casi imposible
Pero una duda me carcome
¿Quien cuidará ahora a Manuel?

"Si la gente tuviera la misma capacidad de amar y de entregarse que los animales este mundo sería el verdadero paraíso"