Sigo encerrado en esta habitación, no logro encontrar una puerta, he recorrido todo el lugar, pero nada. Siento que me queda poca cordura. Tengo mucho miedo, me cuesta dormir, y cuando lo hago algo en esté lugar cambia. Siento que moriré aquí.
Lo extraño es que aún tengo mi reloj y mi celular, él cuál no tiene señal. Esto es extraño. Lo ultimo que recuerdo es que estaba en una fiesta y luego nada. Tengo claro que llevo tres días aquí. Cuando desperté en esté lugar pensé que era una broma de mal gusto. Al pasar el día me percate de que estaba en un aprieto. ¿Qué quieren de mí? Me planteo esa pregunta una y otra vez. Para empezar no tengo dinero, no soy alguien importante, para ser exacto no soy nadie. Mis padres fallecieron y mis demás parientes solo son personas que no poseen nada. Según mi profesor de historia, todos los que poseen mi apellido están destinados al fracaso.
Me quede dormido unas horas y al despertar he visto que me han dejado comida; arroz con carne mechada, y un vaso plástico con agua, al menos eso paresia. Me la he comido sin pensar, no había comido en tres días. Al acabar he escuchado como se cerraba una puerta de metal, intente verificar de donde venia el sonido, pero nada. Dios si estas ahí, necesito tu ayuda.
He vuelto a dormir después de cenar por así decirlo, y me he percatado de que en la habitación en la que estaba ahora esta iluminada. Ahora al poder observar el lugar más detenidamente, me he dado cuenta que también a aparecido una cama, dos sillas, una mesa, una televisión,un reproductor de cintas y dos vhs. Al principio me he asustado un poco, pero después de meditarlo me calme. La habitación ahora es más reconfortante, al menos eso creo. Pero el hecho de no tener una puerta, ni siquiera una ventana, me asusta.
Aun no toco ni el televisor ni los vhs. Recuerdo haber leído sobre los vhs malditos y los vídeos que contenían. Lo siento pero no quiero ver nada.
Hoy he despertado en mi habitación de siempre, cuando desperté no me lo podía creer, parecía que todo había sido una pesadilla. Mientras me acercaba a la ventana, lo hacia siempre, me percate de que afuera de mi casa había una chica saludándome.
