El sonido de cuchicheos y pasos provenientes del exterior de mi habitación terminan por despertarme. Entre abro los ojos intentando adaptarlos a la luz del día que se cuela por las ventanas, mientras me recuesto contra el respaldar de la cama para obtener una mayor estabilidad.
Miro el reloj de pared de la alcoba, este marca las siete de la mañana.
Los murmullos se aproximan y se van convirtiendo en palabras que puedo entender.
—No... deberías esperar en la sala. Seguramente tendrá resaca y querrá seguir durmiendo por un rato más. Chico, volvamos a la sala ahora —insiste la mujer.
Reconozco su voz, es Gwen.
—¿No me entiendes? Hablamos el mismo idioma —le espeta. Parece un poco frustrada y molesta—. No te dejé entrar para esto. Por favor, volvamos.
—Necesito hablar con ella —responde el muchacho.
Mis neuronas se activan y en un nanosegundo ya me encuentro de pie junto a la puerta. Tengo una sacudida fuerte en la cabeza, seguramente por la bebida de anoche.
—No creí que los londinenses fueran tan obstinados —profiere Gwen.
Me acerco cautelosa y abro la puerta para verlos a ambos observarme de manera sorprendida.
—Harry... —susurro, refiriéndome al muchacho de rizos y ojos verdes que me mira como si hubiera visto un fantasma. Seguramente estoy horrible. Ni siquiera me he lavado la cara, tan solo he salido corriendo al escuchar su voz—. ¿Qué haces acá?
Él luce un poco ofendido con mi pregunta.
—Ayer me dijiste que hablaríamos en la mañana. Bueno, ya es mañana.
Observo a Gwen encogerse de hombros.
—Le dije que no era un buen momento, pero él parece no entenderlo —murmura ella—. Lamento haberlo dejado pasar.
—No, no... está bien. No hay problema —le digo a mi agente, ella asiente soltando un resoplido. Devuelvo la atención a Harry—. Pasa adentro, podemos conversar mejor ahí.
Él lo duda pero ingresa a mi habitación como un gato sigiloso.
—¿Qué? —inquiere Gwen de una manera sorprendida—. ¿En serio, lo acabas de hacer entrar a tu cuarto?
—Sí, necesito hablar con él en privado —le digo. Ella pone una cara de susto y al instante me doy cuenta de qué está pensando—. No, no va a suceder nada acá, Gwen. No malinterpretes las cosas.
—¿Está segura? Eres una mujer joven y guapa... —susurra, bajito para que Harry no pueda escuchar—. Y él es un hombre, en tu habitación... Creo que es mejor que hablen en la sala.
—¡Rayos! No tendré relaciones con él, Gwen —le respondo, en el mismo tono confidencial—. Solo... solo confía en mí.
—Hmmm, lo hago pero...
—¡Gwen!
—Está bien, está bien. Confío en ti, no me defraudes —me dice.
—Vale —musito—. ¿Me puedes hacer un favor? —le digo. Ella asiente predispuesta—. Consígueme un par de pastillas para el dolor de cabeza.
Gwen sonríe y camina en dirección contraria a mi habitación. Yo, por mi parte, cierro la puerta para observar a Harry sentado en un cojín al frente de mi cama.
Camino lentamente y me siento frente a él esperando a que diga algo, pero se mantiene en silencio, así que me asigno el papel de ser yo la que hable primero.
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Fairytale. |Harry Styles|
Teen FictionCuando la joven, talentosa y galardonada Chloe Evans se cruza con su más grande fan, Harry Styles. No piensa en absoluto mantener una relación amical con él, ella solo desea ayudarlo a cumplir su más grande sueño. pero conforme se van conociendo, Ch...