Siento la tardanza. Con las vacaciones, el no tener wifi y sobre todo compartir habitación a todas horas me resulta difícil escribir. Me da mucha vergüenza ponerme a escribir algo si hay alguien delante. Seré rarita o algo, pero es la verdad XD El cap es un pelín corto, pero pensé que quedaría raro si no lo acababa ahí. Así que aquí está :)
Esaba pensando que tal vez sería buena idea que use Facebook o un blog para informar de cuando actualizo o si alguna vez tengo un problema para subir o cualquier otra cosa que tenga que informar en algún momento hacerlo por ahí, pero no se si es necesario xD ¿Qué opináis?
Ahora mientras estoy publicando esto hay una tormenta enorme donde estoy y acaba de caer un rayo a pocos metros de nuestra casa y es WOOOO D: :D Bueno... me callo
Espero que disfrutéis el cap :)
Cuando Christian traspasó el marcó de la puerta y se adentró en la taberna una ola de calor y humo le golpeó el rostro y sus oídos se llenaron de risas y conversaciones a todo volumen. Por un instante tuvo un pequeño deja vu de aquel día hacía ya más de medio año que había iniciado toda aquella aventura. Se mordió el labio sorprendido de que aquellos días le pareciesen tan lejanos.
A pesar de que ya era bien entrada la noche el lugar estaba a reventar. Repleto de aquellos ciudadanos que se negaban a dar por terminado el día y disfrutaban al máximo de las horas de descanso con sus amigos, familiares o parejas. En uno de los extremos del amplio local pudo distinguir a todos los amigos y conocidos que Elena había llamado para celebrar el supuesto cumpleaños. Se habían dividido por mesas y justo en el medio pudo distinguir a un James sonriente hablando con Karen sobre algo que debía de ser realmente entusiasman para ambos. Ver el rostro resplandeciente del muchacho hizo que el malestar del azabache se fuese diluyendo poco a poco hasta dejar una sensación de paz y tranquilidad que había olvidado en los últimos meses.
Se iba a dirigir hacia la mesa que ocupaba el soldado, pero el darse cuenta de con quién estaba acompañado James le hizo cambiar de idea. A ambos lados del castaño estaban sentados la madre y el hermano de James. Christian contuvo una mueca. Dejando a un lado el haber pasado una semana entera encerrado con el padre de su novio como compañero de celda, el pelinegro solo había tenido contacto con la familia de James una vez. El día anterior a su partida el menor le había convencido para presentarle a su madre y a su hermano. Ninguno de los dos familiares del soldado habían mostrado ningún signo de sorpresa cuando se presentó ante ellos como la pareja de James, pero eso era de esperar, ya que ambos habían estado presentes aquel día en la plaza. Cuando habían dejado claros sus sentimientos delante de tanta gente ajena.
La madre de James no pareció disgustada ni complacida por el hecho de su hijo hubiese elegido a un hombre como su compañero sentimental. Más bien estudio ausente durante toda la conversación, como si le costase concentrarse. Aunque eso también era de esperar, ya que hacía apenas unos días que la mujer acababa de enterrar a su marido y Christian comprendía que la conmoción podía resultar en aquel tipo de comportamiento. En cambio el hermano de James sí que había estado más que presente en la conversación.
Daniel Hook, se podría decir que era una copia de su hermano con 14 años. Misma complexión , mismos rasgos, mismo tono de pelo... lo único en lo que parecían diferenciarse era en los ojos. El menor de la familia había heredado los ojos ámbar imponentes de su padre. Pero no fue solo el parecido físico lo que le hacía parecer a James. Christian descubrió en los ojos del hermano aquella mirada del soldado que conoció nada más caer por aquel barranco. El soldado para el cual él no era más que un ladrón, alguien que de quién desconfiar. Daniel era la viva imagen de lo que había sido James antes de conocerle. Alguien totalmente leal a la justicia que no podía imaginarse algo justo fuera de ella.
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Sin rumbo (BL) (Rumbo a la guillotina 2)
RomanceJames se sintió estúpido. Estúpido por estar ahí, por haber seguido a aquel chico que le había roto el corazón en mil pedazos, y por seguir sintiéndose afectado por su presencia. Lentamente se llevó las manos a la cabeza y agarró con fuerza de sus c...