La Institutriz

CAPÍTULO 12 LA DUDA DE DARIEN Y EL DOLOR DE SERENA

Es veintisiete de junio es estoy aun en cama el calor de Rini es reconfortante, me ayudo tanto no sentirme sola, es una niña muy dulce me ha recordado a la pequeña Sakura ella acostumbraba a dormir a mi lado desde que llegue a trabajar aquí ya casi medio año no la he visto, vaya ahora que recuerdo ella junto con mi nana Selene han venido a visitarme que descortés de mi parte el no haber ido a verla pero mañana que ya es sábado iré a verlas pues ya sé que el domingo debo ir a ese templo con mi niña aunque deseo no ir pero no tengo alternativa, hablare con la señora Atena para ver si me da permiso de ir a verlas.

Como duele saber que piensan que te desprecio, si supieras que también te quiero, y si lo acepto ¿Qué podría ser peor? ¿Tanto me llegaría a odiar la señora Atena? ¿Qué debería hacer? La sociedad me señalaría por robarle el prometido a la señorita Meou y sé que ella también me odiaría ¿acaso vale la pena?

Los pensamientos de Serena se vieron interrumpidos por su pequeña alumna.

- Buenos días Serena ¿se siente mejor?

- Hola mi niña buen día si ya me siento mejor.

- ¿Por qué lloraba anoche?

- No recuerdas que te dije que estaba soñando con mi familia.

- ¿Segura? Desde ayer la noto triste, más de lo habitual me gustaría que confiara en mi ¿acaso no soy su amiga?

- Si lo eres pequeña, de verdad solo fue eso.

- Comprendo, yo también extraño a mis padre, a veces me pregunto ¿cómo sería si ellos estuvieran aquí con migo?

- Hasta eso compartimos mi querida niña, bueno ya que te has levantado comencemos el día te parece.

- Si. –respondió mientras le daba un abrazo.

Se levantaron y cada una se ducho, cuando Serena estuvo lista, ayudo a Rini a penar su cabello, después bajaron Rini fue al comedor y Serena a la cocina saludo a los que estaban allí, tomo café y con unos panes que había preparado Lita, cuando termino su desayuno salió de la cocina y fue al salón de clases cuando iba a entrar miro al doctor Chiba.

- Buen día señorita.

- Buen día doctor.

Ambos presentaban un semblante triste...

- Buen día primo ¿Cómo se encuentra hoy?

- Bien querida prima, voy para el hospital, que tenga usted buen día Señorita Tsukino.

- Igual usted doctor.

Cuando Darien se marchó, Rini y Serena entraron al salón de clases, y comenzaron su día, mientras daba su clase de español, Rini noto lo distraída que se encontraba su profesora. Eran las diez de la mañana.

- Serena, quería saber si después de terminar mis clases podría ir a visitar a Diana.

- Creo que eso tendrías que preguntarle a tu tía, yo no tendría inconveniente de terminar las lecciones temprano para que fueras a ver a tu amiga.

- ¿puedo salir a preguntarle a mi tía?

- ¿Ya has terminado la lectura?

- Me faltan dos párrafos...

- Cuando acabes esos párrafos podrás, ir.

- Si gracias Serena. –respondió y continuo leyendo al terminar se puso de pie guardo el libro que leía y salió del salón a buscar a su tía.