-Maya ¿dónde estás?
-¿Harry? ¿Cómo tienes mi número?
-¿Dónde estás Maya? y no me hagas repetirlo
- ¿y tú quien te crees?, deja la bobada Harry y dime como conseguiste mi numero
-aquella vez cuando chocamos en el local de comida ¿sí? Le pedí a una de tus amigas tu número y no dudo en dármelo
-estoy en el trabajo
-no me mientas Maya sé muy bien que no tienes ningún jodido trabajo-bueno y a esta que le pasaba
-Hay te me calmas, porque primero no tienes por qué hablarme así y segundo no tengo que rendir cuentas de donde voy o no a un maldito maniático que me asusta luego desaparece una semana asi que bájale al tonito,tercero para que te quede bien claro tengo trabajo esta semana me contrataron y hoy es mi primer día,estoy feliz con esto que hago asi que deja de meterte donde no te llaman ¡¿para que querías saber donde estoy?! y quiero la verdad
-Pues debiste decirme Maya, me preocupe por ti
-haber genio y como porque tengo que decirte lo que hago y dejo de hacer, además ¿dónde o cuando te lo iba a decir, cuando aparecías en mi sueños como el diablo encarnado o cuando no dabas la cara por que estabas escondido tras las tetas de una rubia? Gracias por preocuparte pero puedo cuidarme sola.-colgué sin dejarlo contestar pero en eso entro Niall con el semblante totalmente cambiado, estaba algo asustado
-Mierda Maya no debiste ni pensar en decirle eso, está furioso sabe dónde estás y viene directo hacia acá no creo poder detenerlo-su mirada, esa mirada de miedo angustia y desesperación la eh tenido plasmada más de una vez, temí por mi vida, pero más por la de Niall
-No Niall él no debió tratarme así, que le pasa ni que fuera mi novio o algo así –no termine lo que iba a decir y no porque no quisiera si no porque la puerta que había sido cerrada por niall después de entrar fue azotada violentamente dejando ver a un Harry totalmente cambiado, lo supe entonces había vuelto el Harry de esa noche
-Niall sal de aquí ahora- ordeno Harry a su rubio amigo
-Solo no la lastimes ¿si?-dijo nial
-si claro, como digas ahora largo- mire a niall una última vez antes de que el saliera de la oficina vi una disculpa y yo solo sonreí para tranquilizar su angustiada mirada
-¡¿Qué es lo que te pasa?!! Que no ves que estoy ocupada y donde me despidan por tu culpa-apreté las manos en puños cuando vi que se acercaba, tenía bastante miedo para ser honesta
-Me importa una mierda si estas ocupada o no, si te echan o no, con que permiso saliste, con que permiso buscaste empleo porque no me consultaste?
-Disculpa Harry además de ser un patético vampiro, hombre lobo, ninfa, diablos lo que seas chico, eres sordo y tonto, me fui del lado de mi madre para no seguir ordenes de nadie, NADIE entiendes la palabra o toca dibujarte lo que significa, no eres más que un chico estúpido que de casualidad me tope en un restaurante y por una coincidencia termine trabajando en la empresa de uno de sus amigos, no tienes derecho alguno sobre mi o sobre mi vida y ahora lárgate tengo trabajo que hacer.
Bien, pensé que había ganado cuando lo vi darse media vuelta pero NO en cuestión de segundos senti como chocaba fuertemente con la pared mi cabeza retumbaba y mi vista se había nublado sentía como dolía mi espalda a tal punto de pensar que tenía algo roto, caí al suelo y me volví a golpear la cabeza posiblemente ya estaba sangrando, si sentía el líquido espeso en mi frente, un cuerpo se posó encima del mío con mucha brusquedad haciéndome gritar de dolor olisqueo mi cabello mi cara y mi cuello, luego me mordió ganándose un grito desgarrador cargado de dolor y unas tremendas ganas de morir todo me dolía, sentí cuando se alejó una bofetada, esta fue la que me hizo cerrar los ojos, pero se escuchó el sonido de la puerta entonces los abrí de nuevo con el mayor esfuerzo posible, era Niall y con todo el dolor que sentí en mi cuerpo en ese momento le sonreí, más chicos vinieron con el esta vez, cuando sus ojos toparon con los míos quise dormir pero empezaron a hablar y el tintineo en mi cabeza no se iba, cerré los ojos pero pude oír todo lo que decían
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CAUSA PERDIDA.
FanfictionSabía que no era más aquella débil niñita, esa a la que todos habían pisoteado de la peor forma, hace mucho era más fuerte, más rápida y más inteligente que aquellos que osaban enfrentarme. Uno a uno cayeron ante mí, con amor o con sangre, por amor...