Antes de que un vaso de agua fría se estrellara en mi rostro, me levanté. Otro día mas comenzaba, otro día en el colegio, otro día con Niall. Paren, ¿hace cuándo me había levantado? ¡Hace cinco minutos! ¿Y ya pensaba en Niall? Eso se llama obsesión, terrible y obsesionante obsesión.
Martes, como dije, un día más..Un día mas del que no me puedo despegar de la cama. Mi madre ya había hecho los principales pasos para despertarme: prender la luz, destaparme...Pero nada resultó, hoy era un día perfecto para seguir abrazada a mi seductora cama que ahora mismo me estaba llamando para que vuelva con ella. Pero claro, no podía, al menos que quisiera que mi madre continuase con sus intentos de levantarme y agua fría cayera por todo mi rostro. Ese paso lo odiaba, lo odiaba con toda mi alma. En realidad, odiaba todos los pasos, odiaba que mi madre me tuviera que levantar de aquellas formas tan bruscas, pero pensándolo bien, eran las únicas formas que lograban convencerme de salir.
Amo dormir, y para las personas que aman dormir, despertarse a las seis y media de la mañana, gracias a que tu madre te prende la luz, te saca tus mantas y te deja al descubierto del horrible frío de la mañana o existe la amenaza con qué si no te levantas ya mismo vendrá con agua fría y te la aventará; no es algo muy bueno o algo que nos pone de buen humor.
Dormir, eso es todo. El increíble placer de cerrar los ojos y descansar, agregándole a que sí sueñas, te transportas a otro mundo. Lejos de la realidad, uno creado en tu mente, a veces es algo bueno, otras veces no lo es. Pero siempre es algo diferente, aventuras, cosas sin sentido. Es increíble.
Una vez leí, que las personas que duermen mucho, son personas que se sienten solas. ¿Yo me siento sola? Es muy probable que sí. Aunque no me sentiría así si alguien llamado Niall Horan notara mi existencia, por supuesto.
Bueno, y ahí va...pensando nuevamente en él.
Quizás era tiempo de cambiar de amor imposible, platónico, inalcanzable...o como se le llame, tal vez era tiempo de olvidarle. Él nunca se fijaría en mi, ¿cuánto tiempo llevaba enamorada de él? ¿tres, cuatro, cinco años? Hasta quizás mas.
O quizás solamente, era muy temprano para pensar en cosas así. Quizás solamente, era muy temprano para pensar.
Dejé de escuchar a mi mente antes de que me diera un dolor de cabeza, y continué con el proceso de todas las mañanas: lavarme la cara, peinarme, cepillarme los dientes y desayunar. Todo eso con las pocas energías y ganas de hacer algo que tengo a esa hora.
Mi padre me llevó al colegio, me despedí y con toda la pereza del mundo, entré al colegio. Ni Elena ni Leila habían llegado, asique me apoyé contra la pared. Estuve unos minutos así esperando a que alguna de las dos llegaran, hasta que no resistí mucho tiempo más y me deslicé hasta quedar sentada en el frío suelo de uno de los pasillos.
Mis ojos comenzaban a cerrarse, ¿Tan temprano había llegado? ¿Por qué ninguna de mis amigas estaban allí? Acaso, ¿Había un complot entre ellas para faltar al colegio y dejarme más sola que un perro? ¿Era ese su plan? Simplemente, las mataría.
De apoco, apenas sentía como me desmayaba sentada contra la pared. Me estaba durmiendo de lo más tranquilamente y no podía hacer nada para impedirlo. Los parpados de mis ojos se habían pegado como por arte de magia y no tenía fuerzas para abrirlos, asique estaba rindiendome y cayendo ante el encantador sueño.
—¿Durmiendo, eh?— escuché que alguien dijo, pero no hice mucho caso. —Aria, ¿en serio estás dormida?— ahora que logré escucharlo mejor, reconocí aquella familiar voz. Era Harry, mis ojos se despegaron rápidamente por arte de magia. Oh casualidad, no le hacían caso a mi cerebro, pero si se abrían al escuchar a Harry.
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Its Gotta Be You
Fiksi PenggemarAria Hastings, una adolescente de dieciséis años, mejor amiga de Elena y Leila, enemiga natural de Melanie, divertida, simpática, y perdidamente enamorada desde hace años de Niall Horan, no sabe que a partir de ahora, su vida tomará un giro inespera...