capítulo 2

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Aterrizamos en un callejón sucio y con olor a humedad. Jamás pensé que agradecería tener mis pies sobre la tierra; pero lo hago.

El "salvador" vampiro me suelta y clava su mirada en mí. Yo le devuelvo la mirada y aprovecho para mirarlo de cuerpo entero: tiene los brazos bastante fornidos y una gran y ancha espalda. Los músculos de las piernas se le marcan todos y parecen muy fuertes. Subo mi mirada hacia el rostro.

Tiene la cara angulosa, aunque no tiene los rasgos demasiado exagerados. Y sus ojos... son perfectamente celestes y brillantes; aunque su mirada es algo penetrante y arruina un poco esa belleza. Ignorando ese detalle menor, esta criatura es sobrenaturalmente hermosa. Es la perfección en persona. O mas bien, la perfección en vampiro.

Intercambiamos miradas un rato hasta que se decide a hablar:

-tienes que venir conmigo, Alison.

Lo miro desconcertada. ¿acaso está loco? Es una bestia asesina y quiere que me quede con él, tranquila. Podría matarme en cualquier momento y se supone que debo estar con él. Ni siquiera sé su nombre.

-eres un vampiro que podría aniquilarme, ¿y tu me dices que debo quedarme contigo? - replico extrañada.

Asiente con la cabeza y confirmo que está conpletamente loco. Ni en sueños iré con él.

-¡estas completamente loco! - le grito- no iré contigo a ningun lado.

Empiezo a caminar lejos de él cuando...

-Quieta - me ordena e instantaneamente mi cuerpo se detiene.

¿qué me está pasando? ¿por qué obedecí? ¿tiene control sobre mi? No entiendo nada. Sólo sé que involuntatiamente dejé de caminar. Sea lo que sea que me esté pasando, me asusta.

-vuelve aquí - me ordena y le hago caso. Mi cuerpo se da vuelta y me dirijo hacia él.

Me levanta en sus manos como si fuese una niña pequeña y camina entre las viejas y abandonadas casas de los callejones. Como no puedo moverme, decido gritar por ayuda:

-ayudenme - grito y repito desaforadamente pero nadie me oye.

Pronto canso a mi secuestrador vampiro que se detiene y me habla:

- callada - me ordena y obviamente no puedo resistirme - duérmete.

Y eso es lo último que recuerdo antes de que se me cierren los ojos y me quede dormida.

Rodeada de colmillos (RDC#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora