Capitulo 5

32 2 1
                                    

Narra Lisie:

Estaba en la cocina terminando de limpiar los restos de comida que quedaron sobre la mesa, se que está mal darle comida chatarra a mi hija casi siempre, pero ¡Soy un asco cocinando! Entrare a un curso de comida, extraño los platos de Robbie... Ese era mi chef, mi todo, por su culpa no cocinaba nunca, siempre hacia la comida antes de que yo me diera cuenta, en realidad daría todo por solo un segundo más con él, er mi compañero, mejor amigo, padre de mi bella hija y esposo, era simplemente perfecto, me siento una colegiala por la manera tan dulce que pienso en él, recuerdo cuando lo conocí... En un recuerdo que quedo y quedara tatuado en mi mente. No pararé hasta encontrar a los putos culpables de su muerte.

Con la rabia apretaba mis puños hasta que llegue al punto en que mis uñas terminaron clavadas en las palmas de mis manos, un ligero color rojizo y un hilo delgado de sangre ardía en mus manos. Justamente a unos segundos después, escuche a ¿Alexis? Llorando muy fuerte, eso me saco de mis pensamientos rápidamente y con mis instintos de madre corrí lo más rápido que pude. Entre a la habitación de Alexis y no estaba allí así que claramente estaba en el balo ya que claramente de ahí venían esos pertybadores sollozos, al instante me pegue a la puerta para intentar abrirla y estaba cerrada, comencé a gritar cono una loca el nombre de mi hija y al ver que no respondía me di cuenta de que era algo grave, tuve que darle una fuerte patada a la puerta como aprendí en la comisaría de policías y al instante la puerta del baño de mi hija cayo completamente tendida en el suelo, al divisar bien el baño, vi la vidriera del baño completamente rota y a mi hija, Alexis en el suelo del baño sobre un poso de sangre que se desvanecía con el agua de la ducha cayendo sobre ella y me di cuenta que tenia en su mano un pedazo de vidrio muy afilado clavándose en su mano izquierda, su llanto se termino y su rostros cayo completamente en seco, ver eso me rompió el corazón e hizo inmediatamente comenzara con la respiración cortada y mis lagrimas ya corriendo por mus mejillas...

-¡¡¡Alexis, Alexis, Alexis!!!- Dije yo cayendo a su lado y casi arrebatándola en el piso.

_____________________________________________________

Todo paso en una fracción de segundos, estaba en el hospital especial para la salud de adolescentes, el hospital al que mas asiste mi hija por sus crisis, pero nunca había llegado al extremo de... ¡Suicidarse! Todavía no lo creo, nunca pensé en que Alexis pensaba en el suicidio o que esto sucedería. Estoy en la sala de espera, se llevaron a mi hija a emergencias y me dejaron a mí... Aquí e sentada sin tener ni la mínima señal de vida de mi hija, Si... No se si Alexia está viva o no. Lloraba sin control, las personas me miraban como una psicópata y los médicos estaban todos ocupados, tomaban mi llanto desconsolante como algo normal ¡Mi hija se intento suicidar, no sé si está viva o no lo éste! Estaba a pinto de gritar eso, pues quería saber de mi hija, corrí e intente entrar a la recepción de emergencias medicas y corrí, corrí, corrí... Gritando el nombre de mi hija, unos guardias corrían tras mio hasta que lograron atraparme, me tire en el suelo, quede en blanco, mi vista se nubló mientras que un montón de personas se acercaban para ayudarme...

Narra Alexis:

Abrí mis ojos y vi una habitación completamente blanca ¿Sera éste el cielo? Me preguntaba con un poco de entusiasmo y al moverme un poco para sentarme en aquel tipo de camilla sentí un ardor horrible en mi muñeca y no era el cielo ¡Era un puto hospital! Estaba en una camilla y el ardor de mis venas destrozadas dolían con las agujas que se penetraban en ellas, ¿Como estoy viva? ¡Papá deja me irme contigo! Simplemente era un milagro de mi padre, maldita vida, suicidar e por primera vez no sirvió de nada, solo me hizo llegar a este hospital ¿Que no hay enfermeros? Me estuviera muriendo y ellos ni se darían cuenta, nadie, ni un alma precenciaba allí, trate de quitarme esas tontas inyecciones cuando justo llegó alguien ¿Enserio? Entro una enfermera de unos 23 años, una novata recién graduada como enfermera, tenia un cabello completamente negro, lindo color, su piel era muy blanca, sus ojos eran marrones y era de contextura un poco rellena.

-¿Esta bien señorita Reagan?-Me pregunto amablemente y en estos momentos lo que quería era golpear a alguien, ni modo me saldrían buenas palabras de esta boca- Me llamo Megan, Megan Jonson-Dijo sonriente con una esperanza a que no reaccionará mal.

-Hola Jonson ¿Ya me puedo ir de aquí?- Dije tragandome mi rabia, ella no tenía la culpa. Esperen y mi madre???

-Pues aquí dice...dijo la enfermera leyendo unos papeles que sostenía y de inmediato la interrumpí.

-¿Y mi madre Lisie, Lisie Reagan?- Dije mirándola histérica y desesperada, me había intentando suicidar ¡Mi madre pudo haber hecho u pudo haberle pasado algo!

-Amm... Alexis, tu madre se encuentra en estos en emergencias, tuvo una crisis y tuvieron que llevarla a emergencias por la alta tención que tenia, lo que tú hiciste no lo tomo nada bien...-¿Crees que lo haya tomado bien? Cualquier madre reaccionaria así, solo que mi madre sufre de alta tención.

-Si... Am yo solo perdí mi conciencia, en un abrir y cerrar de ojos tenia vidrios clavados en mis brazos, estaba completamente fuera de control, yo esto lo había planeado desde hace tiempo, solo que la única brazo por la que no lo hacia era por... Por mi madre- Decía yo con sentimiento ¿Que?- Ni siquiera se porque te estoy contando esto! ¿Sabes? Todo el mundo me cae mal, todos- Dije poniendo una cara de odio hacia ella, cruzando mis brazos y al instante volviéndolos a la misma posición ya que me ardía, ella me miraba con la mirada perdida, ni siquiera sabia si me estaba escuchando, le iba a decir una cosa no agradable, pero me gano interrumpiéndome.

-¿Sabes? Yo pase por lo mismo que tú, solo que no fui yo, todo esto le paso a mi mejor amiga y yo sentía su mismo dolor, pero... Ella si termino sin vida, Ella... Era como mi hermana y no pude hacer nada para impedir su suicidio...-Dijo con lágrimas en los ojos mirando la suelo y luego mirándome a mí- Tienes mucha suerte, en realidad fue un milagro que hayas sobrevivido porque técnicamente tus venas están... Están destrozadas-Dijo haciendo unas breves pausas ya que s notaba en sus ojos las dudas sobre mi sobrevivencia. Sin ninguna otra palabra de parte de las dos, ella salió sin señal de alguna emoción en su rostro, simplemente estaba como una roca con las lágrimas solas saliendo por sus ojos. Estaba yo, ahí, aburrida en la camilla de aquel cuarto aburrido sin nada que mostrar, la habitación ni siquiera tenia televisión, estaba perdida en mis pensamientos observando todo el lugar y abren la puerta...

El Ladrón Y Su RegaloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora