DÍA 1.

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Rebecca.

Me siento frustrada. Nueva ciudad, nueva casa, nueva escuela, nueva vida...

Acabamos de mudarnos a Minnesota a causa de que mi papá tiene una mejor oportunidad de trabajo aquí. Estoy en nuestra nueva casa, con mi hermana Hayden.

—Hayden, no toques eso, acabo de acomodarlo—dije levantando la vista de mi libro.

—Está bien, Becca, perdona—. Dijo y se fue a su habitación.

Eran las cuatro de la tarde y no tenía nada que hacer. Lo que una adolescente normal haría en estos casos es hablar por teléfono con su amiga. Pero siempre fui muy antisocial, no tenía muchos amigos en San Francisco. Pero meh.

Dejé mi libro sobre la cama y salí de la casa. Fui a dar un paseo por el vecindario. Habían casas muy lindas, pero ninguna se comparaba con mi antigua casa.

Estaba en un lugar que no conocía, donde la gente era extraña y no conocía a nadie. Seguí caminando hasta que me choqué con un chico al distraerme por mi celular.

—Oh, discúlpame, no fue mi intención.

—No es nada—respondió él—. Nunca antes te había visto, ¿cómo te llamas?

—Soy Becca, Rebecca Hunter, vengo de San Francisco—respondí fría.

—Soy Adam Brooks—dijo extendiendo su mano—. Es un placer.

—Lo siento, no te conozco. Adiós.

Siempre fui muy sincera y no me agrada hacer amigos.

Seguí caminando y encontré un parque muy bonito. Me senté en el final de uno de los bancos y saqué mi celular para continuar la lectura de mi libro en él.

Una chica se sentó a mi lado.

—Hola, me llamo Scarlett McMahon. ¿Y tú?

—Me llamo Rebecca Hunter—respondí sorprendida—. Soy nueva en la ciudad, soy de San Francisco.

—Oh, genial. Ehm.. Soy muy mala haciendo amistades. Eres la primera que no me ignora.

—Yo soy la persona más antisocial en el mundo. Pero tú me caes bien, aunque solo llevemos menos de un minuto de conversación.

(...)

—Bien, ésta es mi habitación-dijo Scarlett—. Creo que está algo desordenada. Disculpa.

—Es muy bonita aún así.

—Gracias. ¿Qué edad tienes?

—Tengo 17. ¿Tú?

—Yo igual. Creo que vamos a estar juntas en la escuela entonces...

—Creo lo mismo. Scarlett, gracias por traerme, por mostrarme la ciudad, eres muy linda. Pero debo volver a mi casa.

Intercambiamos números de teléfono y volví a mi casa.

Después de la cena, me duché y me acosté en mi cama cuando sonó mi celular.

Número desconocido: ¡Hola! c:

Yo: Hola... (?

Número desconocido: Soy Scarlett.

Yo: Oh, Scarlett, ¡hola!

Scarlett: Ahhaha. ¿Cómo fue tu primer día en Minnesota?

Yo: Estuvo bastante bien, muchas gracias.

Yo: Voy a dormir, adiós.

Scarlett: Mañana en la escuela.

Siento que me arrancaron una parte de mí muy grande, que alguien me arrebató mis tesoros más preciados. Y también siento que lo puedo recuperar. Sí, puedo, con el tiempo voy a verlo.

Solo espero que mi primer día de clases, mañana, valga la pena.

Hay alguna razón por la cual no dejo de pensar en el chico con el que me crucé hoy. Tenía algo en sus ojos, algo especial en su mirada. La manera en la que me miró y su perfecta sonrisa... Agggh

Adam.

Hoy me crucé con una chica. Una chica muy bonita, con un carácter muy fuerte al parecer. No puedo dejar de pensar en ella y la forma en la que nuestras miradas chocaron. No sé que me pasó. Fue muy repentino.

—Hey, Adam, baja de las nubes, hermano,te necesitamos aquí, ¿okey?— dijo Elliot sosteniendo el micrófono.

—Así, Neptune no llegará a nada—comentó Brad.

Lo siento, chicos, pondré lo mejor en los ensayos, ¿sí? Ahora sigamos...

¿Amor o confusión?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora