CAPÍTULO 3

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Alan daba vueltas a los libros, los miraba de arriba a abajo y los movía de un lado a otro de su habitación sin saber qué hacer exactamente con ellos. No tenía idea, al leer un poema, cómo a las mujeres les podría gustar algo tan empalagoso «Es que algo más dulce, me haría vomitar» dijo y tiró los libros cerca de su mesa, se recostó en su cama y cerró los ojos, se quedó así un rato, pensativo «Es que tengo que amarte tanto Valeria, para poder hacer esto» y sonrió. Luego recordó a su profesora...______ era buena en eso. «Diablos, cuando parpadeo de esa manera...pensé que se me caerían hasta los calzones» Rió y aunque a Valeria la amaba y mucho, era la primera vez que una chica lo hacía sentir así...Pero lo atribuyó sólo a la sorpresa «Ella nunca me había mirado de esa manera...y mucho menos me había dicho eso que me dijo» se tocó los brazos «¿En verdad se verá mi firmeza en los brazos con sólo verme a los ojos?» Se levantó rápidamente y se quitó el suéter. Al mirarse frente al espejo comenzó a hacer poses, como los físico culturista que había visto una vez en un programa de televisión en casa de los Villalpando. Tan concentrado estaba que no vio a Alonso, apoyado en el marco de la puerta mirando la escena y matándose de risa.

― Es que te veo y no lo creo.― Alan se volvió hacia la puerta todo rojo, y aflojó el cuerpo.― ¿Qué se supone que haces?― dijo mientras entraba a la habitación.

― Yo...sólo estaba mirando mi cuerpo.

― ¡Menso!― dijo mientras le tiraba una almohada.

― No es eso..― rió.― Es que hoy....alguien me dijo que tenía un buen cuerpo y yo sólo lo estaba investigando.― se escucharon más risas de parte de su amigo

― ¡¡Doble menso!!― Alan rió y se sentó en su cama.― ¿Y quién?

― ¿Quién qué?― dijo acostándose y acomodando la almohada

― ¿Quién es la ciega que dijo eso?

― ______...― Alonso se atragantó.

― ¿Qué? ¿Mi hermana mirando cuerpos masculinos?― Alan rió.

― ¿Todavía sigues con esa tontería? ¡Déjala! Tu hermana es mayor...es como...Eli.― lo miró divertido.

― Gracioso.

― Algún día, tu hermana encontrará a uno como tú...que la lleve a la sala privada.

― Mira Alan, ¡no te pases!― dijo con los cachetes rojos.― Mi paciencia con respecto a mi hermana tiene un limite.

― Lo siento, pero es la verdad...Mira Alonso, debes prepararte.

― ¿Para qué?― dijo levantándose de la cama todo tenso.― ¿Acaso mi hermana ya no es virgen?― preguntó pálido.

― ¡Claro que no!―Alonso lo miró alarmado.― Que sí, es virgen. Al menos ella me lo dio a entender...

― ¿Y por qué habla de sexo contigo?― lo miró.― Es que acaso tú...

―Mira, yo no voy a decirte qué es lo que...

― Mira Alan, ¡no me alteres!

― Está bien.― respiró.― Eres un celoso. La verdad es que como tú te agarraste a Eli.― Alonso sonrío.― Yo tuve que hacerme de una nueva amiga...Y elegí a ______.

Aprendiendo a ser romántico ➸ Alan Navarro | CD9.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora