–Deberían de dar por lo menos un medio año de vacaciones, malditos maestros y sus estúpidas tareas... –, murmuro mientras andaba de regreso a su casa con la mirada fija en el suelo, y sus manos dentro de los bolsillos de sus jeans. En realidad es muy bueno en la escuela, algo problemático, pero aun así mantiene sus notas más o menos altas para no darle más preocupaciones a su madre. Hoy fue su primer día de clase en el instituto y ya iba quejándose por los deberes, los cuales siempre termina haciendo después de la comida y así tener todo el resto de la tarde libre, aun así ni siquiera él sabe porque tanta queja.
–Uno también tiene cosas que hacer, bueno, yo no tengo nada que hacer, pero de igual manera, ¿para qué tanto trabajo? –Se paró un momento y frunció el ceño– ¿Qué...no tienen vida acaso? –murmuro.
Volvió a andar y siguió refunfuñando cosas, que en pocas palabras más bien eran insultos hacia los "maestros sin que hacer" como el los llama. Iba tan perdido en su mundo, que no se dio cuenta de que sus dos amigos iban detrás, aguantándose la risa, por tanto parloteo sin sentido de su parte.
Harry POV.
Faltando una calle para llegar a casa, escuche risas tras de mí. Pare en seco. Ahora escuche que corrían, iba a darme vuelta para ver pero no lo logre, me saltaron encima, y unos brazos me envolvieron el cuello y piernas la cintura, le sostuve por las piernas, soltando un quejido. Seguido de esto rieron. Eche un vistazo por detrás. Era Niall. Quien yacía en mi espalda, y Liam caminando unos pasos atrás sonriendo mientras negaba con la cabeza.
– ¡Mierda Niall, que pesas!, –me removí incomodo – ¡baja! – Este solo gruño y bajo de un saltito, Liam apresuro el paso situándose a lado mío, pasando un brazo por mis hombros.
–Dime Harry... ¿Con quién hablabas? –soltaron una carcajada, y entorne los ojos en blanco, supe de inmediato que estos par de trogloditas fueron detrás de mí todo el camino desde el instituto.
–Dime Liam, ¿Acaso iban siguiéndome? – Este solo sonrió de oreja a oreja, y con un gran SI pintado en la cara. Literalmente.
– ¡Obvio no!–dijo alargando la "o" de la última palabra, adoptando una voz bastante chillona. Presumido el chaval.
– ¿Qué te hace pensar eso hazz? –interrumpió Niall con la boca llena de galletas. –Además tú mismo nos diste permiso de quedarnos hoy en tu casa, ¿recuerdas?
– ¿Qué? –Pare en seco– ¡Claro que por supuesto que si chicos!-Mierda, lo olvide por completo. Vale, no importa, al menos ya van acá. –además, de todas formas se la viven en mi casa y...
– ¡Pero olvidaste que nos quedaríamos a dormir...–me corto Liam, cruzándose de brazos y mirando fijamente al frente. Creo que alguien se ha enfadado. Se lo toma muy apecho.– ¿o no? –Se giró a mirarme.
–Yo...– ¿Qué les digo?, no puedo decirles nada.–...perdón...
–Ya Liam, no es para tanto...–me defendió el rubio–...solo lo olvido y ya, ¿Qué más da?...–Liam soltó un pequeño suspiro y asintió–...De todas formas íbamos a llegar a su casa. –se encogió de hombros y siguió comiendo.
–Si...lo siento Harry–me miro apenado, sonreí, limitándome a asentir. –pero no puedes negar que te la has pasado perdido en tu mundo y...
–Lose Liam, lose...–le interrumpí.
–Ya te entendió Liam, no empieces–y ahí empezó el rubio una discusión entre el castaño y el...
Llegamos a casa. Mamá no estaba. Pero había dejado una nota pegada en el frigorífico diciendo que tenía que ir a las afueras a ver a la abuela, había recibido una llamada diciendo que había enfermado, que tendría que quedarse allá durante unas 2 o 2 semanas y media, y por supuesto fue antes de, a las compras al súper, para yo no morir de hambre, literalmente hablando. Me dejo algo de dinero en el cajón de la cómoda de su habitación. Así que tendría la casa para mí solo. Y a lado de la encimera había otra nota. Mamá y su obsesión por las notas. También ha dejado otro poco de dinero. En la nota de la encimera decía:
"Harry, te dejo algo de dinero aquí, porque sé que eres demasiado flojo para preparar comida, así que puedes pedir. Por favor que Niall y Liam se queden en casa, así no estarás solo, –que considerada de su parte, si yo amo estarlo– ya les avisé a sus madres y arregle sus habitaciones... Te amo pequeño, Cuídate.
Mamá xx"
Niall POV.
Al llegar a casa de Harry, Liam fue directo a la sala de estar, echándose literalmente de cabeza sobre el sofá, encendió de inmediato el plasma, dejando la mochila a su lado, yo como persona decente, deje la mía aun lado de la puerta del recibidor. Cuándo Harry salió de la habitación de su madre, lo seguí a la cocina cuál sombra, desviándome un poco para quedar justo frente al frigorífico. Lo abrí como si de mi propio hogar se tratase y cogí una lata de refresco de manzana. Tome el chisme de un cajón y la destape llevándomela hacia los labios, dejando paso a ese líquido refrescante y dulce, después de ese gran trago, me pase mi mano desocupada sobre los labios, quitando restos del refresco. Me di vuelta y divise al rizado leyendo una nota a lado de la encimera. Camine unos pasos quedando tras de él, alcanzando a leer solo la despedida de este.
–Te amo pequeño, cuídate... –susurre, ganándome un pisotón por el saltito que se dio hacia atrás por la sorpresa – ¡Auch! –me queje. Él se giró topándose con una mueca de dolor plasmada en mi rostro.
– ¡Niall! ¿Pero qué pasa contigo? –Chilló el rizado.
–Nada Joder, solo quería saber qué decía la notita esa –apunte la nota con mi barbilla. Di otro sorbo a mi refresco.
–Vale, ya la has visto, ¿no? –Se cruzó de brazos.
Me termine lo que quedaba del refresco y deposite la lata en el cesto que estaba en la cocina, volví mi mirada burlona al ojiverde, quien estaba del otro lado del comedor.
–Sí, y por lo leído ahí, Anne quiere que cuidemos de su pequeño–le guiñe un ojo resaltando la última palabra. Rodo los ojos.
–Calla. Sabes de sobra que estar solo, no es ningún impedimento para mí, es más, amo estarlo.
–Vale, tal vez sí ames estarlo, –rodé los ojos– pero no niegues que nos necesitas, ¡hombre! Que somos de la misma sangre. –Alcé los brazos escandalizado.
–Tranquilo, eso losé Ni, solo...Bah, olvídalo, ¿vale? –se acercó a mi pasando un brazo alrededor de mi cuello–Tranquilo, no te alteres, te saldrán canas verdes. –río burlón.
–JA, JA, ¡claro!
.xxx.
–Nótese el sarcasmo Horan–burlo el rizado dándole palmaditas en la espalda a su amigo.
–Que Bah–bufo.
El rizado soltó una carcajada llevándoselo a empujoncitos a la sala.
–Estúpido móvil...–gruño entre dientes el castaño golpeando el aparato contra la mesita de café–Maldito seas...joder.
–Ehy Liam, tranquilo–dijo el ojiazul llegando a la sala acompañado del rizado– ¿Qué ha pasado? –preguntó.
–Te has echado el móvil, ¿No es cierto? –pregunto el ojiverde sentándose en uno de los sofás más pequeños de la sala.
–Yo no tengo la culpa de maltratarle, ¡Se tilda y es estresante!– gruño el castaño azotando el aparato una vez más contra la mesita. Niall y Harry rieron– ¿Qué es tan gracioso?
–Que tú nunca dices malas palabras, y hace un momento has dicho unas cuantas– se burló el ojiazul.
–Ah, ¿sí? pero...Pero eso no cuenta, porque estaba y estoy en un momento de dolor y estrés–les miro indignado.
– ¡Da! Como sea–el ojiverde levanto una de sus manos agitándola restándole importancia– ¿Quién tiene hambre?
– ¡Yo!–grito el ojiazul levantándose de golpe del sofá. El rizado y el castaño lo miraron–Quiero pizza, ¿pedirás pizza?, dime que sí, venga, sabes que es mi comida favorita, bueno, mi chatarra favorita, pero la considero comida...
–Tranquilo, respira, por dios, que manía la tuya, un día de estos terminaras ahogándote tú mismo–le corto el castaño.
–Mhm–el ojiazul arrugo la nariz con fastidio y se dejó caer en el sofá de brazos cruzados– ¡vale! Pero Harry–se giró a ver al rizado–Pide pizza, te lo imploro.
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My Dirty Little Secret! <LARRY>
FanfictionSIPNOSÍS: (Holmes Chapel. UK. Cheshire. Inglaterra.) …¿y porque querer hablarme?, en lo personal ni yo...