Imposible quererte, profesor I ©

capítulo 26. Un error.

capítulo 26. Un error

—te estas tomando demasiado tiempo, Aria —suspire audiblemente y pegue mi mirada en unos estudiantes de primero —ya solo faltan dos meses para la graduación.

—Lo sé —refunfuñe —pero, estoy haciendo lo mejor que puedo. ¿Crees que es muy fácil?

—Solo que me estoy cansado de esperar —Megan seguía hablando, y yo seguía bufando ante lo que decía —pondremos un lazo de tiempo desde ahora.

— ¡¿Qué?! —Salte mi silla, algunas personas voltearon a verme pero luego volvieron a su lugar —escúchame Megan, esto no es sencillo.

—Shhh —dijo la bibliotecaria, me disculpe con la mirada y volví a mi lugar viendo a Megan.

—hace un mes que todo comenzó —conto de manera normal ¡pero nada de esto lo era! —y no ha ocurrido nada... remotamente interesante.

Yo baje mis ojos al suelo, claro, ella no sabía el casi beso que tengo con John, y tampoco pensaba decírselo, hacia una semana desde aquello y él estaba más distante, la verdad es que cuando nos reuníamos en mi casa él lograba que fuera cuando estuviera mi mamá, él actuaba nervioso y extraño conmigo. Eso realmente me exasperaba.

—Bien —accedí — ¿Cuánto tiempo?

—dos semanas.

— ¡¿dos semanas?! —Salte de nuevo, algunos estudiantes volvieron a mirarme, esta vez mal —lo siento —me disculpe con la bibliotecaria, quien me señalo la puerta si volvía hacer ruido —eso es muy poco tiempo, Megan. No soy afrodita.

—una semana.

—Ves que eso no es una negociación justa, —rodé mis ojos, Megan pensó y luego sonrio —seis semanas.

— ¡eso tampoco lo es! —grito entre susurros para que no nos sacaran esta vez —esto es una apuesta, pero no te daré toda la vida para ello. Cinco días.

—No estamos llegando a nada —me golpee la cabeza contra la mesa. ¡Que malas negociadoras! —cinco semanas.

—hasta la fiesta de graduación.

—Bien, estamos aprendiendo —sonreí, ella también, mientras acomodaba su labial —me parece bien.

—la fiesta de graduación, entonces —se paró como toda una diva llamando la atención de los estudiantes de primero —te veré en el almuerzo, Aria.

Ella se fue taconeando, y yo solté un suspiro mientras me recostaba en la mesa, quería cerrar los ojos y dormirme aquí, y estaba a punto de hacerlo, pero un megáfono lleno la habitación mientras de ella salía la voz del director.

—Todos los estudiantes de tercero, presentarse al teatro —la información se volvió a repetir, y yo solté un suspiro que pareció un grito ahogado, porque la bibliotecaria me miro mal y señalo la puerta.

De todas formas ya me iba, así que tome mi bolso y me retire de la biblioteca, vi a todos los de mi grado dirigirse al lugar y yo arrastraba mis pies. Hoy parecía un zombi, por alguna razón, desde que John había estado ignorándome me sentía más desanimada y quería matar a alguien, tal vez esa era la razón por la cual Megan estaba en su línea y hasta Leila no echaba su sarcasmo habitual.

— ¿Cómo estás? —pegue un brinco cuando sentí los dedos fríos en mi hombro, ¿Qué hacia él aquí? Voltee lentamente para verlo, llevaba su sonrisa habitual —Umm, ahora que lo veo, no tan bien.

—sí, es uno de los efectos que causas en mi —gruñí, él alzo sus cejas y me miro divertido.

—Así que yo causo cosas en ti, Aria —murmuro agraciado —no sabía eso.