Amor a Distancia [PRÓXIMAMENTE EN LIBRERÍAS]

Capítulo quince: ¿Quién es Jake?

AVISOOOO: PARA QUIENES NO HAYAN VISTO EL TRAILER, LO PUEDEN VER EN MULTIMEDIAS. BESOS.

-Lucinda, ¿quién es Jake? -preguntó Daniel mirándome fijamente a los ojos.

- ¿Qué hacías leyendo mis conversaciones?-fruncí el ceño con enojo y le arrebaté mi celular de sus manos.

- ¡No!-Gritó y me fulminó con la mirada. - Tu estás castigada, hablando con una manada de desconocido y ese Jake que te dice te quiero. De seguro es un violador.

- ¡Jake no es un violador! -lo defendí y avanzó tres pasos hacia mí.

-No celular, ni computador ¿entiendes? -tomó mis cosas y salió de mi habitación dando un portazo.

¡Daniel te odio a ti a tu absurda sobreprotección! No entiendo por qué tiene que ser así. Muchas personas se quieren a la distancia.

Suspiré pesadamente, tomé el control remoto y encendí el televisor, hice un zapping sin saber a cuál canal ir, hasta que elegí ver Nickelodeon donde estaban pasando Bob Esponja, nunca me cansaré de verlo.

Luego de unos minutos que parecían horas me levanté de la cama y observé el panorama. ¿Qué carajos voy a hacer? Leer, no puedo porque no he comprado libros desde hace meses. Estudiar, ya lo hice. Organizar, buen chiste.

Ahora que me pongo a pensar ¿Daniel como obtuvo mi contraseña? ¿Cómo se enteró de Jake? ¿Por qué se ha molestado tanto?

Sacudí mi cabeza para apartar aquellos pensamientos que no hacían más que crear hipótesis sobre quien era mi hermano verdaderamente.

Caminé hacia mi armario y tomé mi caja de ahorros, la abrí después de desatar los más difíciles nudos que he hecho en mi vida. La abrí y mi quijada cayó al suelo. La caja estaba repleta de billetes, lo cual significa que podré comprarme mi Husky Siberiano, que siempre he querido.

Me dediqué alrededor de diez minutos a contar los billetes y las monedas, tenía 1.500 dólares, son los ahorros de tres años y por fin podré comprar mis propias cosas. Pero, lo principal es el Husky con sus cosas.

Mis hermanos y yo siempre hemos querido un perro Husky pero mi mamá no quiere debido a que son muy grandes y juguetones. Así que sorprenderé a mis hermanos comprando un hermoso cachorro. A pesar de que Daniel esté enojado conmigo.

Amarré los billetes con una liga, las monedas las guardé en mi cofre junto con los billetes y bajé a la primera planta.

- ¿A dónde vas? -preguntó Daniel mientras me observaba fijamente.

-Iré a llamar a papá ¿no puedo?

-Te doy cinco minutos.

-Te doy cinco minutos. - imité con voz infantil y de fastidio.

Entré a la cocina y rápidamente marqué el número de la perrera que siempre he tenido en mi caja de ahorros. Sonó tres veces y contestaron.

-Buenas, Puppies Hamahama

- ¿Tienen algún Husky Siberiano?

-Espera y consulto en el criadero. -Pasaron unos segundos y se conectó nuevamente la línea.- Tenemos dos blancos, tres color negro, y varios de color negro con blanco.

- ¿Qué precio tienen? Me interesan dos, uno blanco y otro negro con blanco, cachorros.

-ambos, con descuento, te saldría a... Quinientos dólares ambos.

- ¿Cunado podría ir para hacer la compra?

-Mañana al medio día.

-Espéreme mañana, por cierto, el blanco que sea el macho y el otro la hembra.