Pelirroja
Dorea Potter era pelirroja.
Lily Potter era pelirroja.
Ginny Potter era pelirroja.
Las chicas Potter eran pelirrojas, así había sido antes, así era ahora y así será siempre.
Pero a Harry nada de eso le importaba, el la amaba por ser quien era.
Amaba a Ginny que a los 11 años había mostrado la fortaleza necesaria para plantarle frente al Diario de Tom Riddle.
Amaba a Ginny que había mostrado el coraje necesario para acompañarle al ministerio cuando apenas tenía 14 años.
Amaba a Ginny que tenía la valentía necesaria para defender Hogwarts y a sus estudiantes de un ataque mortifago a sus 15 años
Amaba a Ginny quien con tan solo 16 años había demostrado que era una digna Gryffindor luchado en la Batalla de Howgarts y comandando parte de la resistencia ante los Carrows.
La amaba por ser tan comprensiva, por tener un corazón tan grande, por ser fuerte, por ser valiente, por su determinación y su coraje.
Así era ella.
Esa era su Ginny, no importaba su color de pelo o que fuera una debilidad Potter, ella quería por ser como era podía ser castaña o pelinegra; rubia o tener el cabello de colores.
Era su Ginny y la quería por ese simple hecho así como ella lo quería por el simple hecho de ser Harry.
Porque simplemente eran eso Harry y Ginny sin títulos o responsabilidades; solo ellos y él no podían desear nada más.
Después de todo eran felices y nada de lo que los demás dijeran haría que eso cambiara.
Luna Tomlinson