Mi gran sueño... Romeo Santos ¡¡SEGUNDA TEMPORADA!! [COMPLETA]

Capítulo 31: TE VAS A ARREPENTIR.

-¡Aquí tienes las putas fotos! --tiró unas fotos encima de la cama--

Las tomé y las miré. No recordaba en absoluto ese beso.

-Anthony esto fue hace meses, cuando estábamos separados porque me habías engañado con Eiza. Él y yo fuimos a un antro y al salir estábamos borrachos y nos besamos pero no pasó más nada.

-No te creo nada, y lárgate de aquí!

-¿Me estás echando?

-¡Vete!

-Anthony...

-¡Qué te vayas! ¡No te quiero ver!

-Te vas a arrepentir de esto. Cuando te des cuenta de todo, vendrás tu solito llorando y yo no voy a estar para ti. ¡Eres un idiota! ¿Cómo pudiste engañarme de esa manera? ¿Por qué no confiaste en mí? ¿No piensas en tu hija? ¡IMBÉCIL! ¡No sé en que momento me enamoré de ti! ¿En dónde está ese Anthony que conocí? --grité llorando--

-No sé donde está. Se ha ido y ahora la que se irá eres tú.

-Te vas a arrepentir por pendejo.

Salí llorando de la habitación. No sólo nos estábamos separando, si no que me había engañado, nos estábamos separando de la peor manera y me estaba echando de su casa. La casa que vivimos durante años, en la que construimos esta familia.

Bajé a la sala y llamé un taxi.

Mañana vendría por Jazmín.

El taxi llegó y a la hora llegué a casa de Sofía. Un poco dormida me abrió la puerta y me abrazó tan fuerte como pudo.

-Nos separamos.

-Ya no llores.. esas cosas suelen pasar.

-Me engañó. Todos estos meses me estuve engañando. --grité--

-Es un idiota.

-¡Me echó! ¡Me echó de su casa como un perro! --lloré--

-¿Qué? Ese tipo se va a arrepentir, y tú no estarás para él, ¿me oíste? Ese tipo es un idiota.

-No sé que hacer. No sé como controlarme.

-Amiga, tienes que salir adelante, tienes una preciosa hija por la que luchar, tu familia en Argentina que te ama y aquí dos amigos que te adoran. Anthony se arrepentirá solito.

Lloré, lloré y lloré. Pero no volvería a llorar más por él. Aunque me duela en el alma tenía que aceptar la dura realidad. Anthony y yo habíamos terminado y esta vez sería diferente. Dudaba mucho que volviera arrepentido, y aunque lo hiciera yo no lo iba a perdonar jamás. Me había engañado y me echó de su casa como un perro, como si nunca hubiese significado nada en su vida.

¿En dónde quedó todo el amor que ambos sentíamos el uno por el otro? ¿En dónde quedaron todas sus promesas de estar conmigo siempre? ¿Por qué mierda no confió en mí? ¡Lo hizo por venganza! Me engañó y yo ni siquiera se me hubiese cruzado por la mente hacerlo.

El dolor que sentía en el pecho no se podía describir. Lo único que sabía era que no quería sufrir más por él y tendría que salir adelante por mi hija, mi familia y mis dos mejores amigos.