Planes

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-¡Meredith! ¡Despierta!

Hasta en mis sueños Liz no me deja de molestar, solo... quiero... descansar....

-¡Meredith!- De repente siento húmeda y fría mi espalda. Doy un brinco de la cama al piso. Liz acababa de echarme agua helada.

-¡¿Estás loca?! ¡Sólo a ti se te ocurre despertarme de esta manera!- Me tiro a la cama de nuevo

-Anda, levántate. Thomas pasará por ti en cualquier momento.- Me dice mientras me tira de los pies

-¿De qué estás hablando?- Y me acuerdo del día de ayer, el estudio, sus lagrimas, las confesiones, el casi beso... ¡El desayuno!- ¡¿Qué hora es?!

-Son las 8:20, Thomas llega en 40 minutos.- Al decirme esto, salgo corriendo a ducharme, pero antes reaccioné.

-¿Tú cómo sabes que desayunaré con Thomas?- Le miré con confusión

Liz sólo encogió los hombros. No tengo tiempo para esto, necesito ducharme.

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Thomas POV

Suena mi alarma e inmediatamente la apago para tratar de descansar un poquito más. Que al parecer no sería posible ya que suena mi teléfono

-¿Bueno?

-¿Thomas? Mas te vale que estés casi listo, falta una hora para que pases por Meredith.

-Sí. Ya me falta poco.- Mentí

-Perfecto. Yo voy directo a su apartamento, no dudo y siga dormida.

-Como cualquier persona normal...

-¿Qué dijiste?

-Nada, te veo en una hora.

Y le colgué

Solo a mí se me ocurre meterme en este embrollo. Bueno, no me molesta la idea de salir con Meredith, ella parece ser una buena chica. La que me llega a enfadar es Liz, a Mer deberían de darle un premio por soportarla. Me recuesto boca arriba en mi cama, y me llegan los recuerdos del día de ayer. Cuando estuve en el estudio de Meredith sentí un sensación maravillosa de paz, al ver los dibujos que tenía fue... no sé... hermoso. Me hizo recordar a mi tío; "Necesitas encontrar a alguien que logre expresar sus emociones de forma única" eran las palabras que me repetía cuando discutíamos gracias a mi terquedad. Después en el café fue tan sencillo sincerarme con ella, pero ese recuerdo se vuelve gris con lo que me dijo: "Me engañó". Solo un idiota podría engañarla y puedo atreverme a decir que todavía lo quiere. ¿Qué estás pensando idiota? Sólo es para que lo olvide, no te metas mucho.

Me doy una ducha rápida y me visto. Faltan quince minutos para pasar por Meredith.

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Al llegar a su departamento, empiezo a escuchar los gritos entre ellas pero no distingo lo que se dicen. Aquí vamos.

Meredith POV

-¡Que no! ¡No me voy a poner un vestido! ¡Es solo un desayuno!

-¡¿Y?! Debes de verte linda. ¡Solo pruébatelo!

-¡No!

En eso se escucha el golpeteo de la puerta. ¡Salvada por la campana! O bueno... la puerta. Liz corre a abrirla y saluda a Thomas. Yo por mi parte corro y lo jalo del brazo para irnos antes de que Liz diga algo.

-Hola Thomas, disculpa por irnos así pero quería evitarme una discusión con Liz.

-Lo entiendo. ¿Tienes algo en mente para el desayuno?

-La verdad no. Esperaba que tú decidieras. No soy especial con la comida.

-Perfecto.

En toda la mañana me la pasé muy agusto. Bromeábamos entre los dos o contábamos anécdotas de cuando éramos pequeños, también salía una que otra pregunta o conversación sobre Liz. De regreso a mi departamento tuve la dicha de hacer mis cosas sin que Liz me criticara. Thomas se fue a alguna reunión familiar, no ocupo detalles aunque trató de darme una explicación. Me recosté en el sofá y me quedé dormida

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Me despierto con mucha hambre y me preparo un sándwich, al ver la hora corro a cambiarme. ¡¡Al parecer dormí cuatro horas y media!! En mi celular tengo llamadas perdidas de Liz, Marco y un número desconocido. Falta media hora para el entrenamiento. Llego a la cancha 20 minutos tarde. Me acerco a Marco para saludarlo.

-Hola Marco, disculpe que haya llegado tarde, pero la verdad me quedé dormida y ya no supe de mí.

-Hola Meredith, no te preocupes. A veces pasa. ¿Qué tal si te acercas con Theo para que te dé las instrucciones de hoy? Hoy no podré estar con ustedes, necesito resolver unos asuntos.

-Perfecto. Que le vaya bien.

-Gracias.

Cuando se va Marco, me costó un poco acordarme de quién era Theo, pero me facilitó todo porque me habló.

-¡Meredith! Hola, hoy llegaste algo tarde, ¿No?

-Sí disculpa, me quedé dormida.

-¿Tanta flojera te da venir a entrenar?- y me dedicó una sexy sonrisa.

-No- Al menos creo que ya no.

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Faltando poco para terminar, un muchacho llamado Daniel dijo que tenía ganas de ir a comer algo, y votó por la idea de ir a la casa de Theo.

-¿Vienes?- Me preguntó Theo

-¿Eh? Ah... no gracias. Casi no los conozco y me sentiré rara.- Theo me puso cara de confusión

-Y ¿Cómo quieres conocerlos si ni quiera te das la oportunidad?, anda vamos.- Me fue empujando por lo hombros.

Destrozando SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora