capítulo 1

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- ¡Poco más, chicos y chicas, soy ZellenDust y hasta la próxima!

Me alejé de mi mesa lo suficiente para apoyar los pies sobre esta.

- Joder, qué bien me sentaría ahora un buen vaso de Chinchón Seco...

Agarré la campanilla que estaba sobre la torre de mi ordenador y la agité varias veces.

- ¡Slenderina!

...
...

- ¿Sí, amo?

- Lo de siempre, y rápido si no quieres que te castigue.

- sí, mi amo.

Slenderina trabaja para mí desde la noche en que apareció en mi ventana camuflado como una bolsa de plástico.

Tss.

Y creería que iba a caer en su trampa...inútil...
Eso sí, nadie me ha dejado más complacido que él aquella noche...¡Oh, sí, qué tentáculos tiene el hijo de perra!

- Aquí tiene, mi señor. - dejó la copa sobre la mesa.

Agarré el vaso y se lo tiré a la "cara".

- HAS TARDADO DEMASIADO, PREPÁRATE PARA SER CASTIGADO.

Me levanté furioso de la silla y me desabroché el cinturón para dar un latigazo al aire, normalmente cuando hacía esto Slenderina temblaba de miedo, pero hoy permanecía quieto en su sitio. Ninguno dijimos nada, y la verdad es que yo estaba cagado de miedo, a ver, que tenía a un tío sobrenatural de 4 metros delante de mí, no estaría tan asustado si lo pudiese comtrolar como otras veces, pero...¡joder!

Iba a decir algo pero Slenderina me cortó agarrándome con uno de sus tentáculos y elevándome en el aire.

- ¿Quieres castigo, animal? Yo te daré castigo.

Después de que dijera eso, lo único que recuerdo fue chocarme con un árbol.

- ¿Qué coj....? ¡Si yo estaba en mi casa!

Eché un vistazo a mi alrededor, árboles y más arboles...oh, y una linterna.
Apreté en botón para comprobar que funcionase y en efecto, iba de maravilla.

Creo que ya sé a qué estamos jugando...

Detrás de las camarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora