Capítulo 1

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Una luz es lo primero que recuerdo, luego fueron gritos; realmente no se qué decían o quién lo hacía aunque eso no importa. Me sacaron de entre los escombros, o al menos eso me dijeron, ahora estoy en un cuarto de cuatro paredes, una de ellas es un gran espejo; hay una persona haciéndome miles de preguntas acerca de algo que pueda recordar, pero no sé si sea buena idea abrir la boca.

Estas personas, de traje negro, parecen ser muy importantes, y no sé porqué pero siento que estoy involucrada en un problema, uno muy serio y la verdad no sé si pueda escaparme de éste.

-¡Señorita! Responda la pregunta- acaba de exigir uno de los agentes que se encuentra en la habitación.

-¿Perdón?

-La encontramos en los restos de una casa muy vieja, tenía muchos años siendo ruinas, más de los que se pueda imaginar. Y usted, usted se encontraba envuelta entre esta manta y sostenía este collar entre sus manos. ¿Quiere explicar qué hacía ahí?

Ese collar, lo recuerdo muy bien. Solo que no recuerdo si fue un sueño, al parecer no, el collar frente a mí lo prueba todo...

-¿Entonces cómo pudo hacerlo?

-¿Eh? Disculpe estaba pensando en...

-Solo dígame ¿Qué fue lo que paso? ¿Qué puede recordar? ¿Por qué estaba usted en los escombros? Los expertos nos han dicho que usted se encontraba en estado "inconsciente" cuando la sacaron de ese lugar,  puede aclararnos ¿Cómo fue que ha vivido tantos años bajo los escombros, en estado inconsciente y aun así seguir siendo joven?

-¿Qué fue lo que paso? Quiere saberlo, ¡bien! Pero no diga que no se lo advertí, cosas malas pasaron y cosas malas pasarán.

Esta es la historia real:

Me encontraba no sé en qué época exactamente aunque puedo decir que fue hace mucho tiempo, pues en ese entonces no existían cosas que puedo observar ahora; lo que recuerdo es que me encontraba con mi mejor amigo: Robert Blaine, estábamos en el centro del pueblo en el que él vivía. Había mandarinas, ¡oh! Las recuerdo de un color llamativo, tan jugosas y tan dulces; era la temporada de éstas, supongo que nos hallábamos en un mercado, sí, era un mercado y justamente terminando los puestos de éste comenzaba el bosque sin embargo, por más que trato, no puedo recordar el nombre del pueblo, ni siquiera la ubicación.

Robert era diferente a todos los chicos que conocía, me lo había mencionado antes, yo era la única persona que conocía su secreto y el de su familia. Robert me mostraba el lugar ya que era la primera vez que visitaba a mi amigo en su pueblo.

De pronto, él levanto la cabeza de manera brusca, como si hubiese escuchado algo fuera de lo normal, después se acercó al camino que daba a la entrada del bosque y lo seguí pues no quería perderlo de vista. Le pregunte si algo andaba mal, pues percibí en su expresión tensión, dejo de mirar el bosque para mirar mis ojos y respondió que todo estaba bien, que creyó haber visto algo e inmediatamente ordenó que debíamos regresar a su casa y sin dudarlo asentí. 

Antes de irnos volví la vista al bosque aunque no divise nada extraño, lo que había eran arboles, los más preciosos que hubiera visto antes algunos arbustos frondosos y con un color tan vivo y flores, hermosas flores. Como si en ese mismo instante hubiera brotado, variaban en tamaño, forma, colores y en diversidad.

Sin duda era un espectáculo presenciar aquello aunque no podía entender porque Robert estaba un tanto acelerado hasta que toqué su hombro, pues en ese momento se me vino algo a la mente, como un sueño solo que más detallado; en éste pude ver un hombre de cabello canoso que por alguna razón levitaba sobre el bosque, no sé porque pero parecía estar muy feliz por habernos encontrado. Luego cayó al suelo convirtiéndose en un enorme lobo y con su mirada aterradora hizo que soltara a Robert al instante. Comprendí en ese momento que algo andaba muy mal.

Robert tenía una hermana, la recuerdo perfectamente; poseía el cabello rubio largo y rizado, sus ojos eran claros y resaltaban en su blanca faz; ella era muy social, conocía a todo el pueblo y todos la trataban bien aunque si hubiesen conocido su secreto nada hubiera sido igual. Estoy segura de que no tenía hermanos. Y sus padres, que puedo decir de ellos, me querían mucho y me creían parte de la familia, eran extremadamente amables y tan simpáticos que siempre te sacaban una sonrisa aunque tuvieses algún problema, ellos se acercaban e intentaban ayudar o al menos animarte.

Y Robert, él era la mejor persona que había conocido en mi vida, nunca nadie me quiso o me respetó como él lo hacía, inventaba bromas, pero claro, sabía cuando hacerlas y cuando no. Él siempre hacía que me sintiera bien, estando a su lado entendía que él no era normal pero que no por eso dejaría sus sueños, con él me sentía segura y sabía que nadie me lograría lastimar.


La noche en que me encontraronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora