Nicole Miller

2.5K 99 5
                                    

El inicio.

Mi cuerpo duele, de nuevo. Pienso que después de tantas veces que he pasado por lo mismo debería ser diferente pero no es así. Miro mi cuerpo frente al espejo, el muy idiota sabe perfectamente donde golpearme para que la ropa cubra perfectamente cada golpe.

Salgo con el cabello empapado. Nunca me ha gustado eso de bañarme en un lugar que no es mi casa, pero en vista de que tuve que salir de ahí antes de que el muy idiota me matará no hay más remedio.

— ¿No quieres usar la secadora?

—No, gracias Sofí

—Olvídalo ¿Irás con León más tarde?

—No iré a casa así que por supuesto que iré con León

—Le gustas ¿Lo sabes?

Solo me encojo de hombros. Leonel o León no es de mi agrado, no del modo que él quiere, pero es el único que me da gratis lo que necesito para no morir, no literalmente, o quizá sí.

Mi nombre es Nicole Miller, todos me dicen Nico, si suena como nombre de hombre pero que más da. Vivo con mi mamá Bianca y su estúpido novio Hank. Este último es de quien les hablaba antes, el idiota que me pega y humilla cada que tiene oportunidad o esta borracho, lo cual es siempre. Mi mamá no hace nada nunca, ella también sufre de sus maltratos pero dice que ella lo ama y está segura de que va a cambiar.

Tengo diecinueve años, no estudió, no trabajo y paso la mayor parte con mis amigos.

Sofía o Sofí para abreviar es mi mejor amiga, su vida no es más sencilla que la mía, vive con la tía de su padre cuando este se fue según buscando una vida mejor. La mujer la maltrata todo el tiempo, no la golpea como Hank a mí pero el maltrato verbal a veces suele ser peor. Su novio Derek es mi mejor amigo, él conoció a Sofí gracias a mí en teoría.

— ¿Quieres comer algo?

— ¿Tú tía está aquí?

—Fe a la iglesia así que no hay de qué preocuparse, Derek pasará por nosotros antes de que ella llegué

—En ese caso comer sería genial

Ella me dedica una sonrisa grande y ambas nos dirigimos a su cocina. La envidio un poco. Su tía podrá ser una perra pero en su casa nunca falta la comida. Y gracias a ella no me muero de hambre.

Sofí calienta un poco del guisado que su tía le ha dejado y me sirve, como cual si no lo hubiese hecho desde ayer en la mañana... esperen así es. Ella solo me mira riendo, esto es más común de lo que parece. El sonido del clakson del auto de Derek nos alerta y salimos de inmediato. Es una pena que nos encontremos con la tía de Sofí llegando a su casa.

— ¿A dónde piensas que vas? –le pregunta a Sofí

—A una fiesta, vuelvo tarde

— ¡No tienes mi permiso, entra a casa ahora mismo!

—No –responde Sofí con enfado

— ¡Eres una malcriada, ojala tu padre venga por ti pronto para que te largues de mi casa, tonta malagradecida!

— ¡También te amo tía! –le grita Sofí desde la ventana del auto

Derek se pone en marcha y ella solo comienza a reí igual que nosotros.

—Tu tía abuela cada día está más loca –dice Derek

—Es la edad ¿Ya podemos ir con León? Necesito de su magia de inmediato

—Ahí vamos

Sofí y Derek hablan mientras yo me divierto mirando por la ventana del auto. Aun siento mi cuerpo adolorido, así que por supuesto también necesito de la magia de León.

Una banca en la colina © (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora