El fin del comienzo, parte 2.

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Mis ojos no podían creer nada de lo que veía.
Me encontraba en un cementerio, a solo unos metros de el cuerpo sin vida de Cedric Diggory, Harry era sostenido por una espada de piedra, mis amigos estaban amenazados por el único Lord Voldemort pero lo que todavía no terminaba de comprender era... ¿Cómo? ¿Cómo pudo estar mi hermana tan cerca de mí, todos estos años sin que yo lo notara? ¿Qué mente retorcida podría hacer eso? ¿Causar tanto dolor sin sentir alguna empatía?
Estaba de rodillas en el suelo, mis brazos los sostenían dos hombres y las lágrimas en mi rostro no dejaban de salir.
Ahora no lloraba por tristeza, ya no más.
Lloraba por la desesperación de no haber sido un poco más inteligente para darme cuenta de todo lo que ocurría a mí alrededor.

- ¡Eres una bastarda! –gritaba mientras me movía desesperadamente en mi propio lugar.

Solo escuche la única risa de del señor tenebroso. Lentamente se fue acercando a mí. 

- Pequeña ____, eres tan fuerte pero a la vez tan ingenua –dijo el hombre de piel pálida mientras acariciaba mi rostro, el cual quite rápidamente.
- ¡Suéltala! –se escucho la voz de Harry débil y con desesperación.

Voldemort volteo su rostro con una sonrisa complacedora. Hizo un movimiento con su varita, movió la espada de piedra que presionaba su pecho. Harry cayo, tratando de volver a recuperar el ritmo normal de la respiración.

-¡Arriba, Potter! ¡Pelea! 

Harry se puso de pie un poco tambaleante mientras alzaba su varita con debilidad.
Voldemort y Harry comenzaron a lanzar hechizos de una forma un poco disparatada no quería que muriera. No, ya tengo suficiente con lo que pasa hoy.
Le lancé un hechizo a Voldemort pero algo me detuvo... mejor dicho, alguien. Fue Julie. Julie estaba defendiendo al señor tenebroso.
Mi furia quería ser desatada y así fue. Lanzaba hechizos contra Julie, no me importaba cuales fueran, solo quería liberarme.
Mis amigos seguían en el suelo, con la varita de los mortifagos en el cuello, no tenía idea de que podía hacer, seguía consternada por mi hermana. ¿Cómo alguien de mi propia sangre podía hacer tal barbaridad? 

- ¡Alto! –grito el hombre calvo. –Esto es entre Potter y yo. Juliana, llévate a los demás.

En ese momento, Harry lanzo un Expelliarmus hacia Lord Voldemort mientras el sin compasión alguna lanzo un Avada Kedavra. En el rostro de Harry no había nada más que desesperación y odio, y no era para menos; estaba frente al hombre que había asesinado a sus padres. Deseaba unirme a él, y ayudarlo contra el Señor Oscuro pero sabía que Julie iba a ir contra mí. Pero la pregunta era... ¿por qué? ¿Cuándo paso mi hermana de ser la hermosa e inocente Julie, ha ser una seguidora de Lord Voldemort? ¿Por qué fingir su muerte o si no, desaparecer?
Sin darme cuenta, algo comenzó a suceder de la varita de Voldemort, pequeñas cabezas comenzaban a salir de su varita mientras se dirigían a Harry, levante mi varita a punto de lanzar un hechizo, para que no dañaran a mi amigo, hasta que me di cuenta de algo... no querían herirlo. Se acercaban a él solo para hablarle, a mi mente llego la pregunta de quienes serán ellos y luego note a uno de los hombres, era mayor, un adulto con gafas iguales a las de Harry, era igual a él, excepto por sus ojos, eran iguales a los de la mujer que acompañaban al adulto, comencé a dudar hasta que vi un rostro familiar, Cedric. Mi dulce e inocente Cedric, también se acercaba a Harry y lo entendí, eran los padres de Harry. Comenzaron a decirle que lo podrían distraer un minuto pero solo un minuto para que pudiera irse de ahí, sano y salvo. Tenía que aprovechar la oportunidad para sacar a mis amigos de aquí. 

Mire hacia donde estaba Jake, que él igual me veía. Sabía lo que tenía que hacer y poco a poco comenzó a pasar la voz a todos los demás de los que se encontraban ahí.
Sería el momento... es la única oportunidad para huir. Pero después pensé en mi hermana, mi única hermana se encontraba ahí y no sé si soportaría perderla, una vez más.
Se que tengo que hacer.
Harry soltó el hechizo, las almas de los queridos difuntos comenzaron a distraer a Lord Voldemort y yo lancé un Confundus a los demás mortifagos, mis amigos salieron corriendo hacia la dirección de Harry, todos y cada uno tomando la mano para escapar todos juntos... pero yo no, yo me quede de pie junto a una de las tumbas, no muy lejos de los demás mortifagos.

La Oscura Bruja de GryffindorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora