La madre de Sebastian permanecía en el sofá con la mirada perdida y ambas manos en el regazo
Todos estaban allí menos el padre de Sebastian, al que habían llevado a su habitación porque se había quedado dormido
-Él no es asi, solo estaba ebrio- dijo la pelirroja mujer
-Sí, ¿y si vuelve a pasar?- pregunto Sebastian arrodillándose frente a ella- ¿Y si yo no estoy si vuelve a pasar?
-Estoy convencida de que no volverá a pasar- dijo la mujer
-Mamá, ya has visto como se puso, por favor hazme caso- dijo Sebastian
-Pero... ¿A Francia?
-Sí, igual íbamos a ir en las vacaciones, solo vete antes, yo iré cuando termine el año- insistió el
Su madre suspiró
-¿Y qué pasará si vuelve a ponerse mal y estas solo?- pregunto ella
-Voy a estar bien, ya no tengo diez años
-¿No dejaras de insistir?- pregunto ella, el negó con la cabeza- creo que tendré que irme
Sebastian suspiró y apoyo la frente en las rodillas de la mujer
-Gracias- le dijo, y luego se alejó de allí
Valentine le esperaba sentada en el porche
-Se irá- le dijo Sebastian sentándose a su lado
Ella asintió aliviada
-Yo iré cuando se acaben las clases- dijo después
-Voy a extrañarte- dijo ella haciendo una mueca
-Podrías venir- dijo Sebastian, ella rio
-¿Qué? ¿A Francia?- pregunto incrédula
-Sí, podrías venir conmigo- insistió
Ella llevó su vista al cielo, que al parecer no sabía que aquel no era un buen día, porque estaba totalmente azul, sin embargo, a pesar de que no se iban a quedar en depresión, el día no había sido bonito, además de que Sebastian había estado involucrado en dos peleas
-¿Yo? ¿Ir contigo a Francia? ¿Es broma?- pregunto Valentine
-No, hablo muy en serio, así hasta podrías descansar de tus padres un tiempo, y ellos de ti- dijo Sebastian
-¿Dices que deben descansar de mí? Gracias por el cumplido, Joven Smythe
-A veces es necesario, ¿viste a mi padre? Él no es así, nunca, pero necesita un respiro, igual que mi madre
Ella suspiró
-Ni siquiera creo que mis padres me dejaran ir a Francia sola, mucho menos contigo- dijo finalmente
-Tus padres me adoran, si yo fuera tú, no me preocuparía- dijo Sebastian
Ella lo observó con los ojos entrecerrados
-No dejarás de insistir ¿Cierto?- pregunto ella
-No, debes decir que si- dijo el
Ella suspiró
-Bien, bien, iré a Francia contigo- dijo ella finalmente
-Ya sabía- dijo el deslizándose por las escaleras
Era tan alto que se pudo recostar en las tres escaleras y aun asi sus pies tocaban el suelo, Valentine se preguntaba si no le dolería la espalda en aquella incómoda posición, porque a ella nunca se le habría ocurrido acostarse en los peldaños
-Ahora que la adrenalina se ha ido me duele todo- dijo Sebastian, pero en su voz no había rastro de dolor
-Últimamente nos pasan cosas muy raras- dijo Valentine
-¿Imaginas si el avión se cayera? Con nuestra suerte, es posible- dijo Sebastian
-Sí, primero dos semanas de pulmonía, luego el accidente, y otras dos semanas de dolor, y ahora esto, además destroce tu libro- dijo Valentine
-De todo lo que ha pasado, creo que eso es lo que menos me molesta- dijo el
-No me arrepiento de lo que les hice, a ti y a Hunter- declaró Valentine
-Me tiraste de la corbata- dijo Sebastian riendo- un día me matarás
-Sí, me encargare de que yo sea la causa de tu muerte, no te preocupes por eso- dijo Valentine
-Eso es estúpido- dijo el
-¿Piensas en eso? ¿En morir?- preguntó después Valentine
El frunció el ceño
-No, no lo hago, yo... prefiero valorar la vida, sin pensar en la muerte- dijo después
-Yo a veces lo hago, pienso en que haría si perdiera a un miembro de mi familia, o a un amigo... o a ti- dijo lentamente
Y a Sebastian un recuerdo le golpeo de pronto, se incorporó, como si tratara de controlarse, pero no lo pudo evitar, el simple atisbo de aquel recuerdo le producía una tristeza tan grande que las lágrimas brotaron de sus ojos de pronto
-¿Estas bien?- preguntó ella
-Ella era mi hermana, era apenas un año mayor que yo- dijo Sebastian de pronto- Ahora me doy cuenta, que todos mis problemas tienen algo que ver con ella, con su simple recuerdo. Yo no entendía porque ella adoraba tomar alcohol en las fiestas, le encantaba tomar vino- dijo negando con la cabeza
"¡Odio el vino!"
Valentine empezó a entender
-Su nombre era Sybil, ella tenía quince cuando se suicidó- dijo poniéndose una mano en la frente- estaba tan ebria que ni siquiera podía caminar, ese mismo día mi padre estaba tan ebrio como ella- negó con la cabeza otra vez- fue la única vez que vi a mi padre como estaba hoy, pero ella era demasiado débil, aquella única ocasión la dejó tan mal que se negaba siquiera a mirar a mi padre
Valentine le frotó la espalda, en un intento de calmarlo
-Casi un mes después, ella se suicidó, recuerdo cuando entré a su habitación, nunca voy a olvidar ese día. Había un frasco de pastillas para dormir junto a ella, y una botella de vino rota, tenía uno de los cristales en la mano, y cortes en ambas muñecas, la sangre y el vino estaban mezclándose- dijo con una mueca de asco
Y Valentine no pudo evitarlo, tan solo imaginar eso le hizo llorar
-Yo me encerré en mi mundo, no me importaba nada, absolutamente nada ni nadie, y como mis padres creían que me estaba volviendo un idiota me enviaron a la academia militar, fue apenas un año, pero fue horrible, y todos allí tenían una horrible historia de cómo habían llegado allí
Y Valentine entendió todo
Sebastian era egoísta y desinteresado en los demás porque tenía mayores problemas que resolver, y demasiadas terribles historias grabadas en su memoria como para grabar más, odiaba el vino por cómo había visto a su hermana, y lo que el vino había causado, había ido a la academia militar por la muerte de su hermana, y se negaba a querer a nadie por el mismo motivo
Sebastian tenía demasiado por detrás como para ser una amable y amistosa persona
***
Pobre Sebastian... esta como que super exagerado pero pues ya lo hice, comenten preguntas para los personajes, o simplemente comenten, me deprime no tener comentarios
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Una chica en Dalton?
Hayran KurguValentine Merryweather, la hija del director de Dalton, se ha cansado de McKinley, y le pide a su padre que la deje entrar a Dalton, pero no todo es como ella se lo espera, y mucho menos cuando conoce a Sebastian Smythe, y cosas que ninguno de los d...