Cierto día a la hora del desayuno en la capital Argentina, Mariana estaba muy ansiosa y no sabía porqué. Sentía que necesitaba salir corriendo de su casa en una lucha por cambiar de aire.
Llamó al trabajo (una escuela de arte) donde impartía clases de canto y explicó que necesitaba tomarse un descanso por una crisis de salud que experimentaba gracias al estrés de su rutina.
En la escuela, María, quien es encargada del instituto y atendió la llamada dijo que tenía todo bajo control y le recomendó alejarse un poco del ajetreado mundo que la rodeaba y que dejara de preocuparse tanto por todos los detalles, asegurando que esperarían su regreso.
Mariana, con un suspiro de alivio puso fin a la llamada con un "gracias" cargado de tranquilidad y pensó qué hacer con el tiempo que tenía libre, pues era indefinido.Mientras tanto, al otro lado del mundo, en el sur de España, Benjamín, un chico con talento innato para los deportes estaba agotado después de haber concluido el partido de fútbol que les daría la victoria y con esto, la copa del campeonato. Transpirando como nunca y con un cansancio asesino, recibe una llamada en la que le dicen: "Benja, debes viajar a Buenos Aires, tus padres tuvieron un accidente y están muriendo."
Benjamín pierde el aliento antes de poder recuperarlo y después de cortar la llamada en un arrebato emprende el vuelo a esa ciudad.Mariana sigue pensando qué hacer con el tiempo que tiene para ella, cuando recibe un llamado que la deja helada.
"Mariana, nuestros padres tuvieron un accidente, están estables, pero tu nombre fue lo primero que salió de boca de nuestra madre, debes venir" dice Ana, su hermana.Mariana se queda muda y congelada, la noticia le impactó, pero toma las llaves del auto y emprende el camino al hospital.
Cuando llega al fin, Ana la recibe de golpe diciendo que debe apresurarse porque su madre está por compartir información importante. Mariana corre al lado de Ana por los pasillos pero al llegar, es muy tarde... Su madre había tenido una crisis y la habían sacado de la habitación para intentar estabilizarla.
Pasaba el tiempo y los médicos no daban noticia alguna, no había novedades, y la incertidumbre llenaba el hospital.
Mariana no soportaba más y fue al módulo de información, al mismo tiempo que Benjamín corría intentando llegar hasta aquella ventanilla. Al no tener novedades aún, Mariana entra en un ataque de pánico y su vista se nubla, pero sigue caminando, mientras Benjamín ciego por la angustia tampoco nota que hay alguien en su camino, lo que provoca un fuerte impacto que hace caer a ambos al suelo.
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En la oscuridad
RomanceBenjamín y Mariana son dos chicos muy distintos y distantes, pero el destino tiene planes para ellos. Sus vidas se cruzarán y lo inevitable tendrá que pasar...