Work (8059) Yamamoto x Gokudera KHR

Capítulo completo

Yamamoto POV

Cansado de tanto trabajar, me dirigí a mi casa, era un largo camino, así que me dirigí a la biblioteca a comprar un libro con el que distraerme en el camino. No conocía muy bien ese lugar, se notaba que era una librería muy antigua y sucia pero no había otra en esa zona. La bibliotecaria me saludó con mucha amabilidad y me invitó a pasar.

Mientras revisaba los estantes, revisé algunos libros que me llamaron la atención, incluso textos muy antiguos, tan antiguos como aquella biblioteca; pero de repente, casi por obra de magia, mis ojos, casi involuntariamente volearon a la izquierda, no podía creerlo: vi al jovencito más hermoso del mundo. Tal vez esto era obra del destino.

Era increíblemente hermoso: estaba vestido con unos pantalones tan ajustados como para poder ver su redondeado trasero, y una camisa blanca, que dejaba ver su camiseta negra que daba forma a su delgado cuerpo; pero lo que mas me impactó fue su cabello, era de color plateado a la altura del cuello, parecía hecho de plata, brillaba, y su rostro... su rostro era perfecto, y sus ojos, oh... sus ojos, una mirada esmeralda; con una pequeña nariz y labios rojos como rubíes, su piel era tan blanca como la nieve, parecía hecho de porcelana. Debe de haber tener no más de dieciséis años, era un adolescente, en cambio yo era un adulto, tengo veinticinco años, y los pensamientos que empezaba a tener sobre él me estaban avergonzando.

El leía seriamente un libro, "Rojo y negro", ¡qué clase de libros lee!, debe de ser muy inteligente para entenderlo.

Es mi tipo- pensé- aunque si sigue leyendo esa clase de libros le saldrá arrugas en su bello rostro. Debe de estar muy concentrado para fruncir el ceño, me dije sonriendo.

Estaba tan embobado mirándolo que no me percaté de que él ya se marcharía. Sin duda mañana la volvería a ver, tenía que verla... quería verlo.

*Al día siguiente*

Fui otra vez, él estaba allí, leyendo el mismo libro, con la bella expresión de su seriedad. Cuando estaba decidido a hablarle, él pareció acordarse de algo y se fue.

Quería saber su nombre, le pregunté a la anciana bibliotecaria quién era él, pero ella hizo una expresión de repugnancia y pena me dijo: "Hijo, será mejor que te olvides de él, las personas de su tipo avergüenzan a la sociedad". La miré con confusión y me fui.

De camino a casa, el cansancio volvió a mí y me dirigí al burdel que me recomendó Mukuro, no es que siempre frecuente a ese tipo de lugares pero esta vez quería relajarme, el Décimo sí que me hizo trabajar ese día, pero al menos pude recibir una buena cantidad de dinero.

Vi a un montón de mujeres y hombres, pero ninguno tenía algo en especial, aprovecharía mi salario y le dije a la matrona que me llevara a lo mejor de allí. Ella simplemente dijo: "Serán treinta mil yenes"

Pasamos por un pasillo que iba dirigido a un solo cuarto, en él decía un nombre algo raro, decía "HAYATO", con los kanjis de "falcón" y "persona", reí, debía ser una persona de caracter fuerte.

Cuando entre, sentí que mi corazón se había detenido por completo, simplemente me quedé sin palabras... así que su nombre era Hayato...

El muchacho que estaba echado en el futon, era él, el chico que vi en la biblioteca; pude ver sus ojos, sin ninguna emoción o pensamiento. La matrona se fue y me dejo solo con él. No sabía qué hacer, quería sacarlo de ese horrible lugar y llevármelo. Pero él simplemente me vio y empezó a desvestirse el yukata rojo, como si fuera lo más normal del mundo. Estaba acostumbrado a esa vida... y eso era muy doloroso para mí.

-¿Qué haces acá?- se escaparon las palabras de mis labios.

Me miró confundido y me respondió con sequedad- Es mi trabajo, ¿por qué más?