Viejas personas.

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Ignoré lo que pasó después. No tenía ganas de hacer nada, simplemete quería recostarme, escuchar un poco de música y descansar del estrés que sufrimos los adolescentes. Y así fue.

Otro día de escuela normal. Cada día, me acercaba más rápido a Emma y me alejaba un poco de Alice. Mi mejor amiga estaba molesta conmigo, no contestaba mis mensajes ni llamadas, no la buscaré más, sólo esperaré a que se le pasen los celos un poco.

Frente a la escuela me pareció ver una cara familiar; era Hanna, y estaba con un chico. Al verme lo tomo de la mano, y acto seguido lo besó. Actué lo más natural que pude pero no niego que me hirvió la sangre con esa escena tan patética. No sé que es lo que busca, un día me saluda y al otro me restriega a su nuevo novio. Si busca darme celos, no lo va a conseguir.
Pasé a su lado intentando no mirarla.

-Sarah- una aguda voz que por supuesto conocía. Volteé rápidamente
-¡Olivia!- salté a abrazarla
-Cuanto tiempo-
-Pienso lo mislo- seguíamos en el abrazo, miré a Hanna quien nos veía con recelo.
Olivia fue la primera mujer que besé, cuando tenía 14 años; tuvimos historia. Era muy hermosa, sus ojos eran verde esmeralda y de piel morena.
- Te invito un helado, ¿qué dices?-
-Digo que suena bien. ¿Me acompañas a casa?-
-No creo que sea buena idea. La última vez que fui, tu mamá nos vio besándonos-
-Cierto. Vamos así-

Fuimos caminando hasta el centro comercial, que no quedaba muy lejos.
Comimos helado y hablamos de lo que solíamos hacer años atrás. Me reía e intimidaba de algunas cosas. Olivia era de esas chicas atrevidas a las que no les importaba nada. Ella me enseñó a besar y a tratar a una mujer como me gustaría que me trataran.
Subimos hasta el último piso donde habían unas fuentes, las personas se sentaban a ver subir y bajar el agua. Nos sentamos a un lado.

-¿Maracuya?-
-¿Chocolate?- eran los sabores que siempre pedíamos y nos compartíamos después de decir el sabor. Me dio la prueba en la boca y yo a ella.

-Espera- dejó el helado a un lado -tienes algo...- no habló más, acercó su cara a la mía y con su dedo pulgar limpió un poco de helado que tenía en mi labio superior. Pasó de dedo lentamente, y mientras lo hacía, se mordía el labio. Ya conocía sus intenciones. Era la única que sabía mis debilidades, y que una persona se muerda el labio cerca a mí, es una de ellas. Fue incómodo, pero ya sabía como eran las cosas con Olivia Murs.

~Ya llegué a casa, no me extrañes~ Mensaje de Olivia
~¿Llegaste bien? No te preocupes, no lo haré ahora que sé que te mudas a tan solo una cuadra de mi casa~
~Llegué perfecta. La pasé bien. Los rumores vuelan~
~También la pasé bien. Y más si se tratan de ti~
~¿Insinuas algo?~

El resto de la conversación no es importante.

Ya era casi media noche y aún no lograba dormir. Busqué mis auriculares y eso me ayudó.

En la mañana desperté alegre, con ganas de reir, saltar. Me reía de mi misma. Mi buena energía me inundaba. Camine relajada hasta la escuela. Todo normal y tranquilo.

Frente al salón estaba Alice hablando con un chico nuevo, que por cierto, no me daba buena espina.
La saludé con la mano y le hice una mirada pícara. Ella sonrió y me guiñó un ojo. Después hablaría con ella, tenemos mucho de que hablar.

Clase de física. Mi buena energía acabó en ese momento, odio al maestro de física y el me odia a mí. Siempre cree tener la razón e intenta hacer creer a los demás que son inferiores.
Durante la clase llamó a algunos alumnos para que pasaran al pizarrón. Por suerte no me había llamado a mí, dicen que año nuevo, vida nuevo. Al parecer, quiere empezar de cero conmigo, yo también lo quiero. No es bueno tener a tu profesor de química, que claro, es sobrino de la rectora en tu contra.

-Turner, al pizarrón- dijo casi gritando.
Adiós al año nuevo.

Disculpen la tardanza. Saludos.

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⏰ Última actualización: Aug 04, 2015 ⏰

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