Era un día no tan cotidiano en el colegio mientras era el dichoso receso, el viento soplaba fuertemente, se podían escuchar los árboles moviendose y cómo el viento hacia sonidos por haber pasado por lugares que producían un eco disonante, no era un día normal ya que por aquí no es un lugar donde sople mucho el viento, no es un lugar donde pasen cosas diferentes; hasta se podría decir que el mismísimo Dios olvidó este lugar, o tal vez puso un pisapapeles por error en su mapa creyendo que ya no había vida en este sitio...
En todo caso, yo tenía una tranquilidad enorme cuando el viento soplaba de esta forma, se podía sentir como todo lo malo se iba volando como una prenda de ropa ligera, pero toda la tranquilidad se esfumó de golpe cuando la estruendosa campana de regreso a clases comenzó a sonar, opte por entrar al salón de clases. Como siempre subí los escalones hasta mi lugar, el cual parecía el más frio del aula, era un lugar especial; no daba mucha luz, los maestros no me veían bien *Cosa que era perfecta, por que siempre tenía mis audífonos a la mano* y todo parecía un tanto más calmado. Después tuvimos que ir a otra aula, ya que nuestro aire acondicionado no funcionaba bien. De camino hacia la otra aula una chica tonta topo conmigo, era un poco diferente a las demás; tenía unos ojos hermosos, de un color carmín, para destino o lo que haya sido ese es mi color favorito. No pude observarla bien, fue muy estúpido de mi parte, solo alcancé a mirarla a los ojos, *Idiota, idiota, idiota, me repetí continuamente en mi cabeza* no la había visto antes, no es que me interese, simplemente era algo nuevo, algo fuera de lo ordinario en este lugar olvidado por Dios.
Después de eso estuve pensando toda esa noche si lo nuevo era algo bueno o solo un atajó a la desgracia...
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Le rouge est amour.
Teen Fiction"Sus ojos eran de un color carmín, un color hipnotizante, excitante, era como algo que me llevaba al borde de la locura, trayendome de vuelta una y otra vez como mi karma lo predecía."