Jamás escuché coro tan hermoso, provenía de los labios más finos y pequeños, voces más dulces, miradas tan vacías, corazones tan puros y sinceros. No hay palabras para esto, quedé muda en el momento; pues cantaban para desahogarse, aún viviendo en el agua, se ahogaban en dolor, perdiendo la noción, cantaban una perdida de un ser amado, que por sus errores fue arrastrado, abandonado y mutilado su naturaleza, creándole un par de piernas, un par de pulmones y sobre todo, un par de heridas que jamás cerraran, la han condenado a la desgracia, oh pobre Elena, ahora se encuentra sola, alejada y asustada ante lo desconocido, llora, le canta a sus hermanas, pide que vallan a socorrerla, intenta sumergirse en el agua, una y otra vez, reza por el perdón, para ella ya no hay canto de consolación, solo gritos de desesperación, oh Elena, tan ingenua y tan pequeña, jamás sabrás que hacer como humana, te recuerdo, estas condenada, jamás tu bella sonrisa se posara en tu mirada, oh Elena, detente, las cosas no volverán a ser igual, deja de fantasear que por ti nadie llegará, ahora estás sola y en ese infierno permanecerás, "el mar es mi vida" alcanzas a susurrar, pues tus pulmones inundados, no dan fuerza para más, oh Elena jamás regresaran... Aquellos días que con estrellas marinas salias a platicar, oh Elena, ya es demasiado tarde para recapacitar, pues en el mar, ahí en medio de tus gritos impregnados en las olas y huellas en la arena tu alma por siempre se atormentará.