Prólogo

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   Hoy un día más de trabajo y lo

anoche llegue tarde de casa fred, ¿porque sigo con el? el recuerdo de la noche anterior Viena en pequeñas fotos mi cuerpo se eriza, ah! ya lo recuerdo, de verdad que ese libro sirvió de mucho. La estúpida alarma suena de nuevo dudo si ¿coloca cinco minutos más o levantarme? No a ser productiva arriba! arriba! que para luego es tarde.

     Primero busco a mi bello oso simón un beso de buenos días y afuera, voy al baño me cepillo y con mucha lentitud me lavo mi cuerpo, odio despertar pero una vez que estoy en la ducha ya no quiero salir. El teléfono suena y me saca de mi rica ducha por el todo del teléfono es un mensaje, es él, esto ya molesta, dos y medio años de relación últimamente me doy cuenta que está formalidad no es para mi , creo que eso será mi tope de duración oh si!.

   

     Corro sin sacarme muy bien al cuarto con tanto calor prefiero mantenerme húmeda, busco que ponerme después de tantas vueltas caigo en lo mismo jeans, camisa negra y bailarinas negras.                     

     Preparó algo rápido mientras escucho la ducha de mi madre, apuro con la mirada a la cafetera creyendo que si la miro con odio se apurará cuando escucho que se para el agua y respiro profundo.

- Gabriela Soto se puede saber a que hora llegaste tu?!!- está en el pasillo de la cocina con su bata de baño y una cara de mil demonios ¿será que nos cansa de preguntar lo mismo?

- Que te estoy hablando responde- insiste ella.

- madre, querida madre, llegue tarde estaba con fred- digo sirviendo café y sus ojos me matan siento miles de cuchillos que me penetra- ya lo sabes, soy sincera ¿para que mentir? - soy su decepción, ya lo sé.

    Ella comienza su monólogo yo sólo muevo la cabeza de vez en cuando, así, así es mi vida a los 18 años recién graduada de la secundaria, novio formal, trabajo y unas ganas inmensas de comerme el mundo o al que se atraviese.

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     hola como están soy nueva en esto y sólo quiero saber si hay alguien ahí para seguir escribiendo les.

    Un poquito de ánimo para escribir más les pido besos.

   

Desarrollando un sexo sentidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora