Bajé rápidamente las escaleras desde mi cuarto piso hasta la puerta del portal, intente que mi boca no llegara al suelo al mirar hacia la cristalera de la puerta y ver a Adam vestido con un precioso traje negro acompañado una camisa blanca y una pajarita de igual color que el traje, además traía una preciosa rosa roja en la mano derecha y como no, una de sus típicas sonrisas.
-¿Me piensas abrir hoy o me espero a mañana?-Dijo Adam gritando al otro lado de la puerta.
-V..voy-Y rápidamente me acerque hacia el pomo dejándolo entrar y dejando que me deslumbrara con sus preciosos ojos color esmeralda.
-¿Vas ha venir así nena?-Dijo Adam señalando con la mirada hacia mi neopréno de forma incriminatoria.
-¿Ir a dónde?
-Sorpresa, pero te recomiendo que lleves otra vestimenta para lo que viene-Y me guiñó uno de sus ojos.
Mientras yo asimilaba lo que me decía, se acerco lentamente a mí posando la rosa en mi oreja izquierda haciendo que mis mejillas empezaran a tomar un color rosado y haciéndome retroceder.
-Ponte lo que quieras pero tiene que conjuntar con el precioso detalle que acabo de regalarte-Susurro él acercándose a mi mejilla y dejando un húmedo beso en ella que me hizo estremecer.
-Si, si, ahora voy.-Empecé a subir rápidamente las escaleras y llegue al apartamento encontrándome a Kath encima de un rubio de ojos azules agarrándola de la cintura y susurrándole cosas que habría sido mejor no escuchar, pase fugazmente por delante de la puerta del salón mirando hacia la parred, pasaba de ver a mi amiga en esa situación.
Mas les vale no llenar el sofá de... bueno si de eso.
Empecé a rebuscar en mi armario esperandoque el señor Jesús hubiera hecho su aparición magistral dejando un vestido rojo que ponerme, pero por mucho que hubiese rezado esa semana el señorito estaba demasiado ocupado para escuchar mis súplicas. Fui al armario de Kath a coger algo¨prestado¨ que poder utilizar.
Pero parece ser que Satanás estaba de mi parte porque tampoco encontré nada, a si que me dirigí nuevamente hasta mi habitación y al entrar vi una enorme caja azul rodeada de un lazo amarillo, la cual no vi al entrar antes ya que iba demasiado centra en encontrar algo.Llevaba una pequeña tarjeta azul marino con letras blancas que decían: ¨Que pena que no tengas nada rojo.... A¨Levanté la tapa y mis ojos se iluminaron al ver un precioso mono rojo el cual según como lo miras puede llegar a parecer un vestido,es como si Adam supiera que prefiero no llevar faldas ni vestidos. Rápidamente empecé a desvestirme y a buscar un conjunto de ropa interior negro, el cual después tapé con el precioso mono de Adam, me calce mis inseparables converse negras y dirigirme hacía el baño para aplicar un poco de base y rimel en mis pestañas, estuve unos minutos dudando sobre si pintar mis labios de un rojo carmesí o dejarlos tal cual.
-Si te pones eso no voy a dudar en devorar tus labios en cuanto acabemos de cenar, ah por cierto, te queda de muerte mi regalo-Dijo Adam lamiéndose sus labios mientras se asomaba por el umbral de la puerta.
-Pues entonces, no hay duda posible.
-¿Qué tal si nos vamos antes de que tu amiga llegue al primer orgasmo de la noche?
-Si, si, vayámonos ya...
(...)
Adam me llevo hasta un restaurante en Ventura,con una preciosa fachada de madera decorada con una gran variedad de plantas , encima de la puerta había un cartel de una madera mas clara que la del resto de la casa que decía: ¨The Jackson Perfect Two¨, nada mas entrar puedes darte cuenta de lo exclusivo que es este lugar y lo extremadamente caro que parece mejor ni lo comento... Tenía una preciosa entrada cuyas paredes de madera caoba estaban llenas de cuadros y fotografías increíbles, en el suelo había una enorme alfombra de colores marrones, rojos y amarillos haciendo que fuera increíblemente bien con la decoración del lugar.
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A Finales del Principio
Teen FictionY con el aprendí que los principios dan miedo, que los finales son tristes y que lo que importa es el camino.