Ésta historia está dedicada a todos aquellos que creen haber perdido las esperanzas, cuando en realidad, aún las hay. En cualquier problema que tengas sea grande o chico siempre habrá una solución; la única cosa que tienes que hacer es preguntarte si de verdad llegarás a solucionarlo, pero esa ya es cosa tuya, pues quien tiene el valor de afrontar el problema eres TÚ, y recuerda que nadie nunca te lo podrá quitar siempre y cuando así tu lo quieras.
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La noche en que me encontraron
General FictionEsta historia corta nos enseña que JAMÁS hay que perder la esperanza. Una chica es encontrada bajo los escombros de una casa antigua que lleva mucho tiempo siendo ruinas. Los agentes que la encuentran se preguntan cómo es eso posible, pero la respue...