[K Project] Con Espada en Mano [SaruMi]

[Parte 2] Capítulo 18: Ayúdame.

¡Hallo! Menos mal que iba a escribir en las vacaciones de invierno... ¡MALA SONNEKA! -se da una bofetada- En fin... ¡Aquí está! Será cortito, pero espero actualizar muy, muuuuy pronto nwn

Saben, me di cuenta de algo... Creo que es importante que lean esto:

Me dieron ganas de repasar este fic, es decir, leerlo devuelta por diversión. Como soy una persona muuuuy olvidadiza, había olvidado muchas cuestiones de relleno... y algunas realmente importantes. Pues, recordé que hace 2 capítulos anteriores puse que Saruhiko hace no mucho rato había sido elegido como tercero al mando... Cuando desde el capítulo 5 lo era... -facepalm-

Fue un herror que, creo, la gente que sigue el fic desde el principio hasta ha llegado a olvidar como yo, o seguramente lo pasó por alto. Pero... CARAJO... Los que lo leen recién ahora es, como que, pobrecitos no entienden nada xD

Estoy completamente segura de que no es mi único error en el fic con respecto a las situaciones. Mi memoria me falla mucho en estas cosas, así que... ¡Paciencia gente! xD

Ahora sí, los dejo leer (espero que se hayan tomado el tiempo de leer esto D:)

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A las 7:30 am sonó el despertador del PDA de Saruhiko. Yata lo tomó, estuvo a punto de lanzarlo hacia el otro lado de la habitación, pero cuando iba a hacerlo la mano del pelioscuro lo detuvo.

—Ni se te ocurra de nuevo. —Advirtió Saruhiko tomando el PDA y apagando la alarma. No era la primera vez que Misaki estaba a punto de asesinar al pequeño aparato, es más, una vez logró aventarlo y tuvo suerte de que no se rompió.

—Agh... ¿¡Por qué tan temprano!? —Protestaba el pelinaranja, siempre... SIEMPRE llegaba tarde a desayunar porque no quería levantarse a la hora predeterminada por Saruhiko, la correcta... Ya que a las 8:30 comenzaban a trabajar. Yata se cansaba de escribir informes tras informes, ¡Quería acción! Y con suerte de vez en cuando había.

Saruhiko ignoró la pregunta de protesta de su chico, prendió la luz y se levantó. Se desperezó mientras Yata lo miraba.

"Jamás había visto a Saru sin lentes tan detenidamente", pensaba el mayor. Ciertamente no se podía apreciar tanto su rostro, y menos sus ojos azules, con los lentes puestos. Parecía un muñequito de porcelana aunque estuviese recién despierto. Se sonrojó un poco y sacudió la cabeza como si eso le quitase al pelioscuro de sus pensamientos. Se dio vuelta y llevó las sábanas hasta cubrir su cabeza.

—¿No piensas levantarte, Misaki? —El pelioscuro se estaba vistiendo con su uniforme azul, acomodaba el cuello de su camisa... Siempre levantado, por supuesto. Ya casi estaba totalmente vestido. No tardaba mucho porque, aunque hiciese frío, dormía con sólo unos bóxers y una remera de mangas cortas. Misaki hacía lo mismo, pero él era incapaz de vestirse cuando Saruhiko estaba cerca. Antes lo hacía, pero el pelioscuro siempre lo manoseaba aprovechando esos momentos y lo hacía sentir al mayor incómodo... es que ese era el plan.

—Cinco minutos más...

—Ya veo... —Saruhiko se dirigió a salir de la habitación. —Me iré así eres libre de vestirte... Mi~ Sa~ Ki~...— Cerró la puerta y el pelinaranja salió de abajo de las sábanas, Saruhiko se había dado cuenta de que no quería vestirse en frente suyo.

Yata maldijo todo lo que pudo y se apresuró a vestirse, pero... No encontraba su ropa.

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Mientras se dirigía hacia el comedor, Saruhiko se topó con Akiyama. El mayor estaba feliz de ver al otro, pero le extrañaba que Yata no estuviese con él.