Jai's Point of View:
Soy un pu*to idi*ota.
Ya es oficial.
Golpeé rápidamente con mis puños en las taquillas, tratando de liberar mi ira, pero en realidad solo hizo que me calentara mas.
Cuando me enfado, mi furia se hace cargo de mí y es como si no estuviera allí. Yo no soy el que habla. La rabia lo hace por mí.
Me ciego y no se lo que hago hasta que me equivoco en algo.
Por el momento ya había terminado de maldecir mi vida contra las taquillas, mi pecho subía y bajaba violentamente hacia abajo y arriba, mis nudillos llevaban una costra roja, el sangrado se añadía a mis puños ya golpeados por mi pelea con Zac anoche.
Negué con la cabeza, pasando mis dedos por mi cabello mientras tiraba de los extremos.
Tenía que hacer las cosas bien con ___ porque si no lo hiciera, me volvería loco.
Ella es como una droga. Una droga de la que no puedo tener suficiente.
No importa lo mucho que me moleste, enoje o me irrité, todavía me preocupo por ella.
Simplemente algo dentro de mí no va a dejarla ir.
Tenía que encontrarla y hacer las cosas bien de nuevo. Aunque no merezca mi perdón, todavía quiero intentarlo.
Haciendo caso omiso de las miradas que recibía de los que me rodeaban, corrí por el pasillo en busca de _____. La campana no había sonado todavía lo que significaba que aun tenía unos minutos antes de que la clase comenzara.
Al doblar la esquina, me quedé mirando por encima de las cabezas de todos para ver si podía ver su pequeña figura en algún lugar. No la vi.
Suspirando, comencé a caminar en la dirección opuesta, tratando de seguir los pasos que ella había hecho. Ella tenía que estar cerca. Podía sentirlo.
Recordando cuando ella estaba en su casillero, tomando los libros que ella necesitaba para clase y uno de los primeros que agarró era de Historia.
Si solo supiera la clase que era.
-Tú!- Agarré el brazo de un tío, girándole para que se pusiera cara a cara. -¿Sabes donde esta la clase de Historia?-
Sus ojos estaban abiertos a la vez que su rostro desprendía un destello blanco. Parecía como si hubiera visto un fantasma.
Rodé los ojos. -¿Lo sabes o no?- Escupí. -No tengo todo el pu*to día.-
Eso pareció hacerle reaccionar porque fervientemente asintió con la cabeza. Tragando saliva, se pasó la lengua por los labios. -Es-Es la sala 210B.-
Le solté el brazo, asintiendo con la cabeza. -Muy bien, gracias.-
-No hay problema.- El dijo en un chillido antes de que le diera unas palmaditas en el hombro y me alejara prácticamente corriendo hacia las clases.
Corriendo por las escaleras para llegar a la segunda planta de la escuela, empecé a caminar por el pasillo leyendo los números de las puertas y empujando a los chicos que me impedían el paso a mí alrededor.
Una vez que estaba llegando a la clase 210, desacelere ligeramente. Estaba perdiendo mi aliento y me comenzaba a cansar. Básicamente he estado persiguiendo a esta chica por lo que parecieron horas cuando en realidad, solo fueron unos minutos.
Me tomó un tiempo, pero al final encontré la habitación y la chica a la que estaba buscando. -____!- Grité causando que algunas cabezas se dieran la vuelta y miraran.
Les lancé una mirada, emití un bajo gruñido por mis labios causando que ellos volvieran sus cabezas obligándoles a que se preocuparan por sus propios asuntos.
Sus ojos se encontraron con los míos y por una fracción de segundo, pensé que iba a venir hacia mí pero me decepcioné en el momento en el que ella se dio la vuelta, con el ceño fruncido en su rostro.
Fruncí el ceño, abriendo la boca para decir su nombre una vez más cuando la campana sonó. -Mier*da.- murmuré, chocándome con la gente y apresurándome hacia _____.
Todos los chicos habían ido a clase y estaba justo a tiempo de encontrar a ____ entrando a clase pero antes de que ella pudiera, agarré su brazo, tirando de ella hacia atrás.
-Que demo... Jai- siseó ______. -Déjame ir! ¿Que estas haciendo?-
-Necesito hablar contigo.- Dije rápidamente mis palabras, queriendo desesperadamente que me escuchara.
-No.- Ella negó con la cabeza. -Tu dijiste todo lo que tenías que decir antes. Tengo que ir a clase ahora.-
-No quise decir nada de eso--
-Por supuesto que si, y eso esta bien. No me importa, pero me importa llegar a clase tarde, así que si me disculpas...- Ella trató de quitar mi mano de su brazo, pero eso solo hizo que fortaleciera mi dominio sobre ella. Ella hizo una mueca. -Jai-
-Por favor, solo escúchame.-
Ella me miró con la ira y tristeza escritas en sus ojos por todos lados haciendo que mi corazón y mi estómago cayeran al suelo. Odiaba verla molesta especialmente cuando yo era la causa de su dolor, como si fuera una señal, solté mi apretado agarre de su brazo.
-Por favor.- Supliqué.
Ella negó con su cabeza. -No lo mereces. ¿Porque te debería de escuchar?-