Desperté por el irritante sonido de mi alarma. A duras apenas me puse de pie para dirigirme al baño y abrir la ducha.
En cuestión de segundos el agua se tornó en la temperatura correcta. Deje caer mi ropa en el cesto de ropa sucia y entré para que junto el agua y el jabón se llevaran cualquier rastro de sudor que hubieran dado mis horas de sueño.Salí alcabo de unos minutos y me envolví en una gran toalla violeta, me dirigí a mi dormitorio y tomé la ropa que había separado la noche anterior (Foto En Galería). Me vestí cuidadosamente ya que hoy tenía que ir más arreglada que nunca, ustedes seguro se preguntan por qué vestía tacones y un vestido para ir a la escuela, mi única respuesta es porque los amo y definitivamente vienen con mi estilo y no querrán ver a la chica más popula del instituto con ropa de vagabundo ¿Verdad? Definitivamente no.
Ellington y yo habíamos terminado, así que no podia ver rastro de debilidad. Al contrario, debía mostrar que todo seguía siendo más que perfecto.
Dejé mi pelo suelto permitiendo que se formaran unos pequeños bucles al final de este. Me maquillé levemente, delineé mis ojos con lápiz negro, coloqué mascara para pestañas y solo un poco de brillo labial sin color sobre mis labios.
Tomé mi bolso y comencé a meter los libros de las materias que tenía este día, eran pocos, ya que la mayoría se encontraban en mi casillero, tomé un lápiz N# 2 y mis cuadernos de anotaciones. Miré que sobre mi tocador estaba mi celular y un paquete de gomitas masticables, tomé ambos y cargué de una vez por todas, mi bolso en mi brazo.
Bajé las escaleras. Mi madre estaba en la sala. La mesa del centro como siempre estaba llena de papeles, su computadora portátil y sus 3 teléfonos. Sin lugar a duda era una mujer tan ocupada que se levantaba a las 05:15 a.m para comenzar su trabajo.
-Me voy...-Avisé mientras abría la puerta delantera de la casa.
-Que te vaya bien.-Fué su respuesta.Hacía 2 meses que no conducía ya que mi ex novio siempre pasaba por mí e íbamos a la escuela juntos, saliendo nos regresábamos juntos y cualquier cosa que necesitaba lo hacía con él.
Llegué al campus y estacioné mi auto. Por lo general llegaba tarde a propósito para lograr capturar la atención de todas y todos.
Obviamente, no era algo difícil de lograr. Bajé y todas las miradas se posaron en mí instantáneamente. Las de las mujeres eran despesctiva al contrario de las de los hombre que no indicaban nada más que deseo.La única diferencia era que esta vez todos murmuraban entre ellos, seguro sería la ausencia de Ellington a mi lado, abrazándome por la cintura y cargando mi bolsa.
Lo ignoré y seguí caminando lentamente agitando mis caderas suavemente en un ritmo único.-¡Rayos!.-Pensé molesta.-¿Dónde estaba Ross?,no lograba verlo y realmente lo necesitaba.
Llegué a mi casillero, saqué mi celular y empecé a tocar su pantalla táctil, escribiendo un mensaje para Ross.
-¿Por qué tan acelerada?.-Dijo una pequeña voz entre risas que casi hace que el celular cayera de mis manos.
-¿¡Dónde estabas!?.-Le contesté alterada.
-¿En mi casa?.-Contestó extrañado.
-No me dejes sola...-Le dije seriamente mientras colocaba uno de los libros que había traído en el casillero.
-¿Ves? Esta es una de las razonas de que necesitas amigas.-Se burló
-Sabes bien que mi nombre y "amigas" no van juntas en la misma oración a menos que lleve un "no necesita" en medio.-Dije mientras comenzaba a caminar hacía el salón.Las primeras clases que tenía, Geografía y Biología no transcurrieron muy rápido pero la tercera que erá Álgebra si, creo que fué debido a mi ansiedad porque diera la hora del descanso y hacer que Ellington se arrepintiera de haberme dejado.