Reiji había recibido la noticia por parte de Subaru lo de Lilly, lo cual le llevó a decirle a sus hermanos que no dejaran solas a sus parejas, pues no sabían de que era capaz la persona que acechaba a la pobre vampiresa de hermoso aspecto. Sin embargo, Reiji manejaba sus sospechas hacia su madrastra, Lady Claudia, pues desde que ella llegó, notó que le hacía malas caras a Lilly y hablaba de ella con un tono de notable fastidio. Tras analizar el visible comportamiento de Claudia con Lilliana, sentía que sus sospechas de que la mujer fuera capaz de matar a su hijastra eran ciertas, sin embargo, no podía confirmarlo porque necesitaba pruebas, especialmente físicas. No podía suponer y luego acusar, tenía que ser listo y saber más sobre la mujer, pues era notable que el idiota de su padre estaba cegado por la belleza de Claudia, tanto, que no notaba su comportamiento. Ayato también sospechaba que Lady Claudia fue la responsable de aquel incidente de la noche anterior, de hecho, casi no tenía dudas y deseaba acusarla para poder hacer algo al respecto con ella, pero Reiji le prohibió hacer algo al respecto, porque si hacía tal cosa, todo iba a terminar mal. De momento, Ayato quiso encargarse de Lilly. Él ya no podía negarse a sí mismo que estaba enamorado de ella, pero de momento, no podía dejar que sus sentimientos salieran a la luz, por ahora, lo más cercano a eso que podía hacer, era protegerla de Claudia. Por su lado, la mujer estaba desesperada por eliminar a Lilly, pero tuvo que esperar unos días y planificar se que otra forma matarla, pues la primera vez no había funcionado bien.
Era miércoles por la noche, después de las clases de los chicos. Ayato no dejaba de vigilar mucho a Lilly, parecía un perro guardián, dispuesto a atacar con una mordida a quien se atreviera a tocarla. No pasó nada en esos días, por lo que empezó a dudar, no quería dejarla desprotegida, quería seguirla como si se tratara de su propia sombra, pero estaba exausto. Al regresar a la mansión, la hermosa vampiresa de piel blanca como la nieve se acercó a su hermanastro, tomandolo del hombro. Él volteó a verla. -¿Qué pasa Lilly?-
-Estoy preocupada por ti, no has dormido ni la siesta en estos días.- dijo ella, mostrandose realmente angustiada por él. Ayato frunció el ceño, aunque en realidad no estaba molesto, sino igual que la chica. -¿Cómo puedes estar tan tranquila? Intentaron asesinarte hace muchas noches y no haces nada ¿Acaso no temes por tu vida? Maldita sea ¡Pasé todo este tiempo en vela
estando al pendiente de ti! ¡De ahora en adelante, nadie puede entrar a tu habitación sin que yo, su alteza, lo sepa!- le reclamó el chico. La vampiresa azabache lo detuvo, poniendose frente a él y ahora tomandole ambos hombros.-¡Ayato! La verdad es que si tengo miedo, estoy realmente asustada porque no sé quien está detrás de mi. A pesar de que tengo sospechas, no puedo acusar a nadie. Pero alterarse empeoraría las cosas, hay que ser inteligentes. No quiero que te preocupes tanto por mi, quiero que descanses. En este momento, quiero que vayas a tu habitación y duermas. No hay pero que valga.-
Ayato la escuchó e intentó protestar casi después de que ella terminara de hablar, por lo que no pudo negarse. Sim embargo, no iba a dejar sola a Lilly, no era capaz. Le puso la condición de que se iría a dormir si su loba la acompañana y la cuidaba por él. La vampiresa accedió, no tenía problema con eso, por lo que dejó que así fuera. El vampiro pelirrojo se llevó sus dedos índice y pulgar a la boca y silvó, después llamó a la loba Oda. La canina no tardó nada en llegar con su amo y se sentó frente a ellos, dispuesta a escuchar la siguiente orden. Ayato le dio la indicación de que cuidara de Lilliana y que si algo pasaba, que intentara ayudarla o pidiera ayuda. La loba ladró, indicando que había captado sus ordenes, entonces se fue con la bella chica, mientras que el vampiro pelirrojo había ido a su habitación a dormir un poco.
Lilly salió de la mansión, pero no al jardín, sino al bosque. Ella sabía que era peligroso pero desde niña, ella gustaba de ir al bosque a pasear, le encantaba recorrerlo. La vampiresa junto a la loba, caminaron hasta un lago, el cual resultaba ser el mismo de donde salió Harusame, lo que quería decir que se había alejado bastante de la mansión. Lilly sintió curiosidad y se acercó al lago, parandose en una gran piedra. La noche era hermosa y el lugar parecía estar combinado a la perfección con la bella apariencia de la chica. Ella miró el agua cristalina de forma pacífica y pensó en pasar el rato ahí.
De la nada, Oda comenzó a gruñir y antes de que Lilly pudiera voltear a ver, alguien con su identidad cubierta la empujó fuerte al agua. El problema era ahora que Lilliana no sabía nadar, por lo que aleteó desesperada sin poder moverse a ningún lado. -¡Ayuda! ¡Oda!- gritó la chica, pero Oda trató de corretear a la culpable. La loba logró tirarle de la chaqueta, haciendo que la capucha se cayera y así revelara que fue Lady Claudia. La mujer se asustó y salió corriendo, entonces la canina regresó. Antes de que la loba pudiera saltar, alguien más saltó al agua y se hundió: era Ayato. Después de haber dormido un rato, no pudo evitar buscar a su hermanastra hasta ver que ella no aparecía. Justo apareció cuando Lady Claudia empujó a la chica, razón por la cual saltó al agua. Bajo la misma, se veía a Lilliana dandose por vencida, pero el chico tomó a la chica azabache de la muñeca y luego bien en brazos. Eso lo hizo sentir bien, como un héroe, pues le recordó a cuando Cordelia casi dejaba que se ahogara y no iba a dekar que eso le pasara a Lilly. Al sacarla del agua, fue a la orilla, donde ella empezó a toser mientras estaba abrazada de Ayato. -¿Estas bien?- preguntó él mientras la aferraba en un abrazo protector.
-Si... Pero tengo miedo...- tembló ella después de toser. Esto era el colmo, ya era la segunda vez que intentaban asesinar a Lilliana. Ayato siguió abrazandola, ya con la idea asegurada de que alguien en la mansión quería muerta a Lilly, por lo que esta vez, la cuidaría mejor.
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The Poisoned Heart (Diabolik Fanfics de Romance) Vol.6
Hayran KurguTodos los hermanos Sakamaki tienen a sus parejas, menos uno: Ayato. Muy apenas se acostumbró a tener a las novias de sus hermanos y a convivir con ellas, pero habrá otro cambio muy drástico: Karl Heinz se casó con una bella doncella vampiresa llamad...