Lo que voy a contarte quizá te parezca solo una experiencia de una chica que como cualquier otra pasó por el nivel medio en el colegio, pero para mí es algo más, son momentos vividos que jamás olvidaré, tengo impreso en mi memoria cada detalle de lo que he vivido. Uno se pregunta ¿cómo pueden suceder tantas cosas, en tan poco tiempo? Y sólo hay una respuesta. El tiempo pasa y tú tienes que ponerte a su ritmo o él se olvida de ti y tu quedas solo como un vago recuerdo.
Recuerdo que yo fui una de las primeras en llegar, siempre me gustaba llegar temprano y así poder ver esas caras quemadas por el sol del verano, esos ojos llenos de alegría, ojeras, oír esas quejas de volver a levantarse temprano. Al mismo tiempo todos esos sentimientos encontrados porque la carga es más pesada, el saber que en pocos años ya todo terminaría y solo quedarían como momentos atesorados en la memoria.
Empezó el año con muchas materias nuevas, profesores nuevos, todo era nuevo y ya no estábamos como para joder aplazándonos o algo así. Teníamos que ponernos una meta, algo que alcanzar al terminar el tercer año de la media: Tener una hermosa colación o un viaje inolvidable a Camboriu. Todos votamos por el viaje, nuestra meta era ir a Camboriu como último viaje juntos. Pero lo que nosotros no sabíamos era que al volver a clases ya habíamos iniciado nuestro último viaje.
Las vacaciones de invierno pasaron lentamente, al volver a clases un examen de física nos esperaba y nos ponía en la carrera nuevamente para terminar el año, agosto pasó volando, los exámenes o como los maestros lo llamas "PRUEBA ACUMULATIVA o PRUEBA DIAGNOSTICA" siempre estaban presentes, nosotros estudiábamos como locos tratando de acostumbrarnos a la nueva vida del nivel medio, ya todo era más serio, creímos que sería estudiar por el resto del año sin descansar, pero a mitad de setiembre nos dieron una noticia alentadora. La dirección nos comunicó que habría una exhibición gimnástica, debíamos preparar un a coreografía y presentarla en octubre.
Una nueva travesía en la que no todos nos montamos, uno de los compañeros no participó, pero siempre estuvo con nosotros apoyándonos. Fue un caos elegir una música y ponerle coreografía, hacer las piruetas, y el estrés era enorme que hasta por el mínimo detalle entrabamos en riñas, lo solucionábamos al ratito porque somos un grupo unido además la que se enojaba era la que hacia la coreografía y pues sin ella nosotros éramos como elefantes bebes tratando de caminar en el lodo. Elegimos para el atuendo una básica negra y babuchas como de camuflaje militar (para las mujeres), remera negra y pantalón también camuflaje militar (para los hombres). Quedamos en reunirnos en la casa de una compañera para que el diseñador venga a mostrarnos las telas y sacarnos las medidas para las respectivas babuchas y pantalones. Esperamos al señor como dos horas y al caer la noche el señor llegó nos mostró el tipo de tela que él tenía y nos midió, elegimos una tela tipo de camuflaje militar -en ese tema no peleamos tanto porque ya lo habíamos elegido antes-.Faltaba solo una semana para la presentación, la tensión era notables, los nervios y el cansancio ya estaban pasando la factura, nosotros practicamos día y noche, estábamos emocionados y ansiosos que hasta compramos pinturas fluorescentes, fuegos artificiales, todo para el gran día de la presentación. Estábamos decididos a que nuestra presentación sería la mejor.
Llegó el día, ensayamos a la mañana en el colegio por última vez y quedamos en reunirnos para prepararnos en la casa de Natalia-una compañera que vivía cerca del colegio-. Los pantalones que mandamos hacer no habían llegado a las 12pm como los de la casa de confección nos habían dicho que llegaría, la desesperación y la ansiedad nos mataban, ya empezábamos a maldecir y a suponer cosas estúpidas. Luego de un largo rato de espera nos llegaron los atuendos cuarenta minutos antes del evento, fue un caos vestirse rápidamente y luego maquillarse, preparar el bolso en donde que teníamos llevar el atuendo para la presentación.
Fuimos corriendo por las calles como locos que se escapan del manicomio, al llegar al colegio por la parte posterior había un pequeño agujero en el alambrado, entramos por ahí rápidamente, los otros cursos ya se habían formado.
Varios cursos ya habían presentado su coreografía. Llegó el momento, pero antes de ir a la pista y mostrar nuestra coreografía, nos encomendamos a Dios y a la Virgen María para que todo nos salga bien.
Todo nos salió fantástico, fue una gran experiencia para nosotros.
Al terminar el evento, cada quien volvió a su casa, cansado y feliz.
Las actividades extracurriculares ya terminaban y se venían los exámenes finales, fueron pocos los aplazados, algo fuera de lo común para un primer curso. Los maestros quedaron encantados con la promoción 015.Un año pasó en menos que nada y todos nos deseamos unas felices vacaciones de verano.
ESTÁS LEYENDO
Una Parte de mi vida.
Teen FictionEs una corta historia que quiero compartir contigo. “Un único momento, grabado en el tiempo, destellando con el brillo de una estrella en el cielo de la noche, un eón, un instante, un millón de años condensados en uno solo en que todo se det...