An illusion (Raura)

Miradas perdidas

Cuando tenía 12 años, el amor se me hacia una perfecta estupidez, mi amiga Raini siempre me decía que debía creer en el amor que no me pasaría nada, pero no quería arriesgarme, me dijo que en algún momento, en el menos esperado que exista, llegaría un chico que robaría mi corazón, pero no quiero que llegue ese momento, aun era joven y tenía, tengo una vida por delante, ahora ¿para qué pensar en eso? ¿De qué sirve que te has esforzado tanto en que la vida te quiera y te acepte, para que un chico venga y lo arruine todo?
Pero bueno esas eran mis ideas antes de mi baile de graduación de escuela primaria. Entonces ¿Qué paso con vida? ¿Qué hiso que cambiara radicalmente mi forma de pensar acerca del amor?

3 años antes

Mi despertador sonó, viernes en la mañana, mi último día de estudio en la escuela primaria.
Por la tarde tendría el baile de graduación. No quería despertar, ¿de qué serbia ir este día, si ya no nos enseñarían nada?, solo íbamos por calificaciones y ya, pero bueno. Salí de la cama aun adormilada, con los ojos entre abiertos, deseando volver a la cama, pero no fue así, seguí mi rumbo perezoso al baño, decidí no bañarme, hasta al rato después de la escuela, para ir más limpia al baile, así que me eché agua en la cara para despertar, y así fue.

Baje con más ánimos a la cocina para desayunar, mi madre no estaba pero el desayuno estaba en la mesa, una vez que acabé subí de nuevo y lave mis dientes, cuando me doy cuenta que aún no me había cambiado, así que fui a mi armario y tome algo cómodo pero lindo.
Salí de casa rumbo a la escuela.

Las clases acabaron, no le tome importancia a nada ni anadie solo el aprendizaje, como siempre, nuca me interesaba saber de personas nuevas, viejas, populares etc.
Todo fue muy rápido, y Raini como siempre cuenteándome sobre, ponerme algo lindo y llamativo para el baile, porque hoy llegaría el momento, “mi chico especial llegaría y se mostraría ante mis ojos” claro, si como no. Regrese a casa y mamá estaba ahí…

-Hola mamá, ya regrese-

-Bien hija, arriba ya está tu vestido, tus zapatos y todo, dijo con una sonrisa plena

-Gracias-le regrese la sonrisa, fue lo último que dije, subí al cuarto y efectivamente, el vestido azul con las zapatillas bajas y maquillaje perfectamente combinado estaban arriba de mi cama.
Tarde en arreglarme, pero al fin logre terminar de verme bien. Faltaba media hora para que empezara el baile, así que decidí irme ya.

Baje a la sala donde se encontraba mi madre y raramente mi padre también, me dijeron lo linda que me veía, como cualquier padre o madre lo haría. En este baile no había acompañantes, ni ramilletes, así que mi padre fue el que me llevo en su carro hasta la escuela, para que las pequeñas zapatillas no me cansaran. Baje del auto, despedí a papá, me indico a que hora pasaría por mí, y se fue.

Yo entre a la escuela y me fui directo al gimnasio donde se supondría que sería la fiesta, y claro en un rato la primera persona que vi fue a ella, mi mejor amiga, tan bella como siempre, con un vestido rojo y maquillaje perfecto que le hacía resaltar sus ojos, cabello hermoso y rizado, en el momento que me vio se acercó a mí, comenzamos a adularnos una a la otra, de lo “bellas” que íbamos…
-Entonces…- me dijo con una cara picara

-¿Entonces qué?- dije inocente

-vamos… sabes de lo que hablo, hoy es el día en el que encontraras a tu chico- dijo decidida y yo me reí sarcásticamente

-a… hablas enserio?-

-Laura!-me reclamo

-Raini, ya te dije que eso es perder el tiempo, además para que quiero un chico ahora, si tengo una vida por delante-

-qué tal si mueres en un año, o… mañana- ante sus palabras la mire con susto
-Raini, pero que cosas estas diciendo- le dije seria, pero al momento reímos por mi comentario