UNA VIDA JUNTOS. Temporada2 (Draco)

XV: Final.

La historia llegó a su fin! Solo queda un pequeño epílogo. No me queda mas que agradecer a todas mis lectoras, las que están desde la primera temporada, las que llegaron después, y las que seguirán llegando: MUCHAS GRACIAS!. Espero que les guste! Comenten mucho y denle fav!.

P.D: TENGO que decirles, que busquen en Google imágenes de la ciudad de Santorini, Grecia, si nunca la han visto; es para que puedan situarse mejor en la historia.

Paz 👌🏻.

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La luz que entraba por el ventanal del salón me empezó a molestar la vista, estaba acostada muy cómodamente en el sillón envuelta en las sabanas de seda negra y quería seguir durmiendo pero los rayos de sol prácticamente atravesaban mis párpados. Las cortinas eran negras, así que me levantaría a cerrarlas para poder continuar; sentí un peso encima mío que me impedía levantarme. Oh, claro que era el brazo de Draco.

Lo habíamos hecho anoche, yo por primera vez, él de seguro ya no las cuenta. Sorprendentemente había sido más que cuidadoso conmigo, no es que tuviese miedo, si sucedía con el, no me preocupaba. Me dispuse a moverlo para poder levantarme pero, sorpresa, no traía nada de ropa.

- Draco, despierta.

- Vete de aquí Dobby, bajaré enseguida. - musitó

- Draco! - hablé más fuerte mientras le pegaba un puñetazo en el brazo - no soy Dobby idiota!.

- Ouch! No me pegues! Que te pasa? - claramente los dos teníamos un grave problema de mal humor matutino.

- Me molesta la luz.

- Pues no soy el dueño del sol todavía. - dijo mientras se daba vuelta, para seguir durmiendo!.

- DRACO!

- QUÉ!

- Como puedes dormir con tanta luz!.

- Que hora es?. - dijo sentándose y estirándose, para luego volver a acomodarse en el sillón.

- Como las 7.  - lo abracé por la cintura.

- Ahora ya puedes dormir. - dijo poniendo su mano sobre mis ojos.

- Ya no tengo sueño.

- Vaya que tienes un humor de mortifaga en las mañanas querida!. - dijo divertido.

- ja ja, mejor vamos a desayunar. - dije envolviéndome con las sabanas para subir a vestirme.

- Que haces?. - me preguntó soltado una carcajada.

- Quieres que camine sin ropa por la casa?.

- Pues es tu casa. - dijo encogiéndose de hombros.

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Una hora más tarde nos encontrábamos desayunando con nuestros amigos en la casa de Zabini.

- Creo que haré una fiesta ahora que tengo la casa solo. - dijo el moreno.

- Pues es increíble que tu mamá se haya vuelto a casar. - dijo el rubio.

- Dímelo a mí. - replicó - lo bueno de tener nuevo papi es que siempre me quieren caer bien y se gastan todos los galeones para darme lo que quiero.

- qué maduro Blaise.

- Gracias Theodore.

- Yo creo que es romántico que tu mamá siga buscando el amor. - dijo Pansy.

La mamá de Blaise se había casado recientemente con su sexto esposo y se encontraba de luna de miel en el Caribe. Era una experta en casarse con multimillonarios, aún así conservaba el apellido Zabini, de su primer esposo y padre de Blaise.

- Hablando del sexto esposo de la mamá de Blaise... -  dijo Theo mientras dejaba su café a un lado - tengo algo que contarles. - no podía contener una sonrisa, que le pasaba al serio Nott?.

- Te vas a casar?. - le pregunté bromeando.

- Todavía, pero algo así. - todos lo miramos curiosos - estoy saliendo con Hermione Granger.

Pansy abrió tanto la boca que pensé que necesitaría un hechizo para ponerle la mandíbula en su lugar.

- Theo! Oh por dios! Como? Cuando?

- Eso si que no me lo esperaba Theo! - prácticamente gritó Blaise.

- Yo tampoco!!! - gritó Pansy, sorprendida.

Theo se empezó a reír de las reacciones de sorpresa de nuestros amigos.

- _____ lo sabía. - dijo Draco riendo - la ultima vez que vimos a Granger nos preguntó por Theo y se puso demasiado nerviosa. - chismorreó.

- Cuéntanos todo Theo! - exigió mi amiga.

- Pues, no hay mucho que decir, todo ocurrió durante la guerra, me pasaba mucho tiempo en la biblioteca buscando hechizos de combate y ella también, comenzamos a hablar y resulta que tenemos muchas cosas en común. Soy muy feliz con ella, nos entendemos muy bien.

- Nuestro pequeño Nott está creciendo - dijo Zabini mientras fingía que lloraba, Theo le lanzó un pan.

- Es increíble Theo, mientras seas feliz eso es todo lo que importa. - le dijo Draco.

- Si... Creo que después de todo lo que hemos pasado sólo nos merecemos una vida tranquila y ser felices. - suspiró Pansy.

Y ahí estábamos los cinco, habíamos lidiado con nuestros problemas juntos, y así permanecíamos. A pesar del dolor y el daño que había dejado la guerra, la pérdida de mis padres, el padre de Draco, el de Theo y los padres de Pansy en Azkaban; todo se fue poniendo en su lugar, a pesar de todo, me alegró haber esperado tanto tiempo para estar de verdad, y formalmente con Draco, valió la espera.

Theo al fin había encontrado a alguien como el, lo que me puso demasiado feliz, ya que siempre había sido un chico solitario. Y Hermione de verdad necesitaba alguien como él a su lado. Blaise probablemente seguiría con su vida de fiestas por un largo tiempo, y tengo el presentimiento de que Pansy lo esperaría.

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Pasaron cuatro años de la segunda guerra mágica, y las experiencias agridulces de ésas épocas pasaban lentamente a ser recuerdos.

El elegido, El Niño que vivió, se encontraba ahora parado sobre la pequeña plataforma de madera pintada en blanco que había sido preparada para la ocasión. Alado suyo, Draco Malfoy, su némesis de la infancia y amigo de la vida adulta, vestido con camisa y pantalones blancos. "Es el día más importante de tu vida, hurón", le habló despacio, "lo sé, San Potter, deja de ponerme mas nervioso, no sé por qué te elegí como Padrino".

_____ Rendler avanzó hacia el pequeño altar decorado con flores blancas improvisado en la playa, con un vestido blanco, por las rodillas, llevaba el pelo suelto y algunas pequeñas flores adornándolo, como si hubiesen brotado ahí. Todos sus amigos cercanos y seres queridos se encontraban sentados enfrente, Blaise, Theo y Hermione, Cho, una chica de Ravenclaw con la que Harry se había comprometido, su amigo Dean Thomas y Evelyn, Narcissa, y otros pocos familiares cercanos.

En el altar, alado de _____, Pansy, la madrina, estaba a punto de largarse a llorar.

En una pequeña ceremonia, a orillas del mar, desde donde se podía observar toda la ciudad de Santorini, mayormente blanca, impecable, se selló el amor que se habían tenido prácticamente toda la vida. No les hacia falta nada más, familia, amigos, felicidad, amor. Qué más podían pedir?.