Hyung -exclamó Niel antes de que la puerta se cerrara de un fuerte golpe.
Era la tercer pelea que tenía en la semana con ByungHun y todo culpa de los enfermizos celos que llenaban a ambos.
ByungHun odiaba llegar al apartamento que compartía con el menor y encontrarse siempre al mismo amigo de Niel, ese tal MinSoo. Odiaba estar detrás de la puerta de entrada oyendo risas seguidas por un "Ya, MinSoo hyung". Hyung... como él suele decirle pero era dirigido a otra persona. Así que sólo entraba y se encerraba en su habitación, que la mayoría de las noches cobijaba a ambos entre besos y abrazos, golpeando su almohada para no generar ruidos molestos.
Y Niel odiaba a ese compañero de copas de ByunHun, sí, ese TaeHo. No toleraba ni siquiera que el mayor lo nombrara, cada "saldré con TaeHo" se le clavaba en el corazón y no era muy fácil de quitárselo. Sin embargo, solía olvidarse de eso en cada momento que ByungHun lo llamaba "Nielie", lo abrazaba por la espalda y, poniéndose de puntillas debido a la diferencia de altura, le besaba el cuello.
Es que así era su amor. Tan bipolar como el tiempo, solo bastaba una chispa para que el humor de ambos cambiase y eso había pasado demasiado en esta semana. Volviendo el buen clima en una terrible tempestad.
Niel lo necesitaba en su vida tanto como el aire. El amor que ByungHun le brindaba, todos los días desde hacía dos años, lo llenaba por completo y temía perderlo.
ByungHun sentía como su corazón se volvía más y más pequeño con cada paso que daba lejos de Niel. No sabía cómo controlar sus celos pero tampoco sabía como evitar los del menor y, saber que eso le causaba dolor, lo estaba volviendo loco. Miró hacia el cielo que esa noche se encontraba completamente estrellado, suspiró y caminó de vuelta al apartamento. Estaba decidido.
El sonido del código de la puerta sonó y supo que ByungHun había regresado.
Niel-ah -escuchó y por primera vez sintió miedo al escuchar su nombre.
¿Hyung? -preguntó con dolor atravesado en su garganta y lágrimas que empezaban a llenar sus ojos.
ByungHun se acercó sin emitir palabra alguna, deslizó sus brazos alrededor de la cintura del menor y acomodó su cabeza en el pecho de éste. Niel comprendía lo que estaba pasando por lo que se limitó a guardar silencio correspondiendo el abrazo pero no pudo evitar que sus lágrimas salieran. El mayor, sin decir nada y escondiendo el dolor propio, levantó su cabeza para mirarlo y con su cálida mano limpió las gotas de angustia del contrario.
Dejaron todo de lado e hicieron como si todo estuviese bien, aunque bien sabían que el mañana sería diferente. Cenaron juntos y vieron las series que más les gustaban tirados en el sofá con sus piernas enredadas y con risas, risas apagadas por un mismo dolor. Se acostaron en la habitación de ByungHun, una vez más, llenándose de dolorosos besos y abrazos que sin palabras describían un "nunca me sueltes". Hasta que el sueño se apoderó de los dos.
El sol pegó en la cara de Niel y cuando abrió los ojos sabía que ya nada era como antes. Se estiró hacia un costado con la estúpida esperanza de hallarse equivocado, pero no. ByungHun ya no estaba. Corrió hacia la cocina con el mismo sentimiento de hacía un momento, la estúpida esperanza, pero no. Estaba en lo cierto, ByungHun se había ido. Lo había visto preparar sus cosas la noche anterior pero quería pensar que estaba equivocado. Las lágrimas no lo dejaban ver con claridad y el dolor comenzaba a apoderarse de él cuando algo brillante le llamó la atención. Era un colgante con un pequeño dije de una llave y, a su lado, una nota con la caligrafía que más amaba en el mundo.
"Sí, me fui. Te sigo amando como el primer día que te conocí, por eso eres el único que tiene la llave de mi corazón. Dicen que estos colgantes te reencuentran con la persona a la que se lo das, con la persona que más amas. Hasta nuestro próximo encuentro, Nielie."
Y aún con lágrimas en los ojos, Niel, llevó ese colgante hacia su corazón, apretándolo con fuerza, deseando que ese encuentro fuese pronto.
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Love is not over.
RomanceLa larga noche está siguiéndote mientras fluye El tiempo te sigue y se desvanece ¿Por qué te alejas cada vez más? Tan lejos así no puedo llegar a ti Dime por qué, estás tan lejos, ¿Por qué? ¿No puedes verme más? El amor es tan doloroso Las despedida...