Me intriga la mofa de aquel niño (yo le echo sus 8 años) que, estoy casi seguro por órdenes de su papá al volante, me llamó maricón. Es la primera vez y dudo y rehuso a acostumbrarme.
Tal vez las personas heterosexuales lo pasen inadvertido, hasta lo vean gracioso. Sin embargo, y aunque me hago el "duro", me duele. No como para llorar (no quiero exagerar), pero te mueve de manera fea.- Kale! - Esa voz la podía reconocer entre miles, Giovanna.
- Hola - sonrio como si hace diez minutos no hubiese sido foco de un apelativo en la vía pública, es cierto, a veces pienso que sobreactúo para no agigantar mi pesar.
- Te he dicho mil veces que te saques esa cosa de la cabeza - Señala mis auriculares que diariamente uso para amenizar el trayecto de casa a la universidad.
- Ya.. no seas exagerada - bajo de mi bicicleta y me dirijo a estacionar esa bicicleta montañera bastante sucia que revela que llovio todo el día, aquella que sin pensarlo me libra de tomar a diario combis y motos. Me ahorra dinero. - Llegaremos tarde, anda, vamos a clases.
De camino al salón finjo escuchar lo que Gio me cuenta (siempre nos cottorreamos un sinfin historias todas interesantes) pero esa mañana realmente estaba meditando sobre algo que observé a través del vitral que permite ver el exterior de mi centro de estudios: una campaña de concientización sobre la alimentación saludable.
Me toco el abdomen y aún me duele. Dudo que sea por hambre. He tomado toda la semana mas agua de lo previsto y hace dos días tome jugo de papaya, lo que hace que cada vez que recuerde me sienta pesimo.
- Gio ya te alcanzo ire a los servicios - no estaba seguro de dejarla hablando sola a.la pobre, pero opte por hacerlo
Ya en el baño me conduzco a la primera puerta y se lo que tenía que hacer, arrodillarme y limpiar mi interior. A estas alturas mi tecnica ha mejorado tanto que no emito ruido alguno tras provocarme el.vomito, lo cual me hace feliz. Me limpio los restos de suciedad que hace segundos me hallaba expulsando y me vep en el espejo... me doy asco. Me levanto el polo y veo que el cinturón que me puse para acortar la medida de mi vientre no estaba ajustando lo que quería asique procedi a aumentar la presion de la correa. Total igual me adaptaria. Sin nada en el estomago me dispongo a escuchar lo que resta del dia a unos tres profesores de los cuales ninguno se salva de ser aburridos y estar fuera de forma.
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Entre coco y canela
Teen FictionKale es un joven abiertamente homosexual que a pesar de tener 19 años no ha tenido ningún tipo de experiencia romántica. Sin embargo, ahora que esta libre de los fantasmas de su pasado (o eso es lo que cree) se dará la duda de la existencia del verd...