—Es que... Si mal no recuerdo, jamás te conté que era alérgica. Ni siquiera Travis lo sabía. Entonces ¿cómo lo supiste tú?
—Yo...
La puerta se abrió, provocando que él se callara enseguida. Una enfermera entró en la habitación.
—¿Cómo entró usted aquí? Esta paciente no puede recibir visitas —dijo, frunciendo el ceño—. Tendré que llamar a seguridad.
—¡No!, por favor —pedí—. Es mi novio, no sabía nada de mi y quería confirmar si estaba bien. Solo eso.
Ella suspiró. —Lo dejaré pasar por esta vez, pero tendré que pedirle que se retiré.
Shawn asintió.
—Luego hablaremos —me susurró, depositando un beso en mi mejilla.
Salió de la habitación. Suspire, y la enfermera se acercó a mi.
—No sé como lo hizo —comentó, algo divertida—. La seguridad es una de las cosas que caracteriza a este lugar. Debe haber sido muy difícil llegar hasta aquí, y además, debe quererte mucho para haberlo hecho.
Le sonreí.
—Creo que ya puedes irte a casa, ya estas estable, no corres ningún peligro —sonrió—. Pero, debes tener mucho cuidado, este tema no es para tomarlo a la ligera, si no te hubiesen traído a tiempo...
—Lo entiendo —la interrumpí, sabiendo el resto.
Asintió. —Entonces eso es todo, el doctor vendrá en un momento para darte de alta.
(...)
Salí del maldito hospital, y subí a el automóvil de mi padre. Shawn se había ido minutos antes en su motocicleta, contra su voluntad, ya que no quería dejarme sola pero insistí en que se fuese a descansar, y que hablaríamos en la mañana. Travis iba a mi izquierda, Helen en asiento del copiloto hablando animadamente con George, que estaba conduciendo.
—Lo lamento —susurró, mirando hacia abajo—. No sabía que tú... ya sabes. Lo siento mucho.
—No te preocupes, no tenías porqué saberlo.
Volvió su cara, para mirarme. —¿Hablas en serio? —Preguntó, incrédulo—, Nina, por mi culpa Shawn casi no salé a tiempo.
—No digas eso, Travis —negué con la cabeza—. No fue tú culpa, y además, ya estoy bien.
—Per...
—Basta, no tuviste nada que ver y punto —asintió en silencio, desviando la mirada hacia la ventana.
En pocos minutos, llegamos a casa. En cuanto baje del auto, subí corriendo hasta mi habitación. Helen no tardó aparecer allí.
—Veremos una película en la sala —informó, sonriendo—. ¿No te gastaría venir?
Negué con la cabeza. —No, lo siento. Discúlpame con los demás también, pero es que me siento muy cansada, prefiero dormir.
Ella asintió comprensivamente, y se fue, cerrando la puerta tras de ella.
Oí un ruido, parecido a un silbido, en mi balcón. Fruncí el ceño extrañada, y me acerqué al lugar. Nada. Volví adentro, pero luego de unos minutos, el sonido cambio: esta vez, sonó bastante parecido a un golpe en mi ventana. Rápidamente volví a salir, y nuevamente no vi nada.
—Que extraño —dije, para mi misma, mientras entraba y cerraba la ventana.
—¿Qué es tan extraño? —Susurró, en mi oído.
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Strings; memories never die✨ ➳s.m
Fiksi Penggemar"-Jamás lo lograría, porque los recuerdos nunca mueren... Nuestros recuerdos nunca morirán, Shawn." Estrictamente prohibida la copia parcial o completa de la historia.