Nuestra Hermandad

Miradas

AILISH

Eran tan suaves, nunca había sentido algo así, es como si mi boca quemara. Yo ardía con ese eso era como un incendio, era un zoo en mi cuerpo esto me demostraba que estoy enamorada de Louis y me confirma al cien por ciento que es esto lo que quiero, estar con él, y con nadie más, estar cerca de él nunca despegarme quiero ser el metal y que él sea mi imán.

Cuando sentía que nuestras frentes chocaban abrí los ojos y lo mire, y en esos ojos azules, que son tan puros que me muestran emoción, nervios, felicidad.

-Pensé que nunca me seguirías- me dijo, con un poco de inseguridad en sus palabras tan finas, con tan dulces tan preciosa esa boca que me vuelve loca- Yo quiero estar contigo Lish  ¿me darías permiso?

Dios mío, ¿acaso este chico no tiene límites? Eran las palabras que retumbaban en mi mente, era algo que llego directo, y yo tenía la respuesta pero no sabía cómo contestarle ¿Qué si? Sonaría muy seca.

-Pues que me queda- dije logrando lo que quería.

Me soltó repentinamente su facciones cambiaron su rostro se tornó a decepcionado, con tristeza, en sus ojos que casi parecían grises.

-¿Cómo dices?- dijo en tono tan inaudible.

-Es broma - me relaje. –Pero claro que quiero estar contigo, no tenía claro mis pensamientos, me tenías hecho un enredo de verdad, eres un tierno, joder, enserio que no aguantaría decirte que no de verdad que te quiero millones.

-Eres una espesa, me metiste tremendo susto. Creí que de verdad que no querías, me sentí tan mal.

-De verdad perdón no era mi intención, pero hey – lo agarre de su quijada para que me mire – Quiero estar contigo y quiero que sepas que nunca me negaría a estar junto a ti. ¿La tienes claro no?.

Me abrazo tan fuerte que no encontraba la mejor manera de decidir esto. Estaba segura con esto después de lo de Nathan, quería iniciar de cero, con alguien que de verdad me quiere, y a alguien que de verdad yo si quiero y que no aprovecharía ni la mas mínima oportunidad para hacerme daño, quiero ser feliz y quiero serlo con él.

Estaba muy cansada, de regreso a casa me tome un descanso de veinte minutos, ya que tenía que estudiar. Ya no podría dejarlo estar tanto tiempo, no soy la misma de antes desde que he llegado a este lugar. Nada que ver con mi madre. Fuera de todo eso. No quiero volver a verla, estoy muy bien aquí, y ni siquiera se digno a ir al hospital a ir a verme, aunque la verdad no la tengo muy clara si es que sabia, pero da lo mismo.

Empezaba a coger el sueño, siento el crujido de la puerta de mi habitación y logro identificar ese cabello largo. Harry.

-¿Ailish? ¿Podemos hablar?

-Justo ahora- las palabras salieron tan bruscamente de mi boca, que hasta yo misma me sorprendí de mi comentario.

-Bueno no te preocupes, gracias.

Su mirada de decepción, me puso consiente y pude reaccionar.

-No Styles, solo estoy algo cansada pero adelante - hice el ademán para que se sentase - Adelante ¿Que me quieres decir?

-Verás, yo nunca le digo a una chica para hablar y menos con una que vino a esconderse de su mamá- sabía que lo decía de broma por su forma de hablar por los dientes que me mostraba al reír.- Y que me habla de una manera tan des adecua...-

-Oye si has venido a darme lecciones de buenos modales, te invito - resalte la palabra con total delicadez - A que te retires de mi recamara.

Le mostré mi mejor sonrisa.