Tres.

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Me centré en el aro metálico que colgaba de la nariz de James, le pasé una mano por el pelo rojo, siempre se teñía el pelo, cada vez más rojo pasión, por último me centré en sus labios, rosas y carnosos. Y le besé, pero no sentí nada especial que yo esperase. Solo sentí los labios fríos de James mezclarse con los míos y sus manos aferrarse a mi cintura. Me empezó a empujar agarrandome de las muñecas mientras me besaba hacía la cama, cuando note su mano bajar de la espalda y las sábanas en mi espalda desperté. Me aparté rápidamente.
- Lo siento James. No puedo. - le agarre firmemente del cuello de la camisa, le besé y me fuí corriendo. Y el se quedó ahí sentado, con cara de bobo.
Corrí hasta el jardín cuando ví un hueco entre los pinos. Me metí por ese hueco y encontré lo más bonito que podrían mis ojos ver, era un almendro en flor y de una de sus ramas más firmes colgaban dos columpios. Y él estaba ahí sentado, mirando una caja de música de porcelana con una pareja bailarines dando vueltas al son de la música.
- ¿Te encuentras bien? - dije sentandome a su lado y acariciando su mano -
- Como no te puedes acordar de mi, prefieres a ese chico. Siempre me has mantenido en ... - carraspeó y me miro firmemente - Olvídalo, es solo que me molesta que yo haya sido tu mejor amigo y tu me hayas olvidado.
- Yo ... Lo lamento. Pero, em realidad si me acuerdo de tí: Era 12 de agosto, mis padres me dijeron que nos ibamos a Madrid a vivir, tu me miraste y me cojiste las manos, me pediste que nunca te olvidase y despues... Y despues ... - mi voz temblaba -
- Te besé. - miró al suelo como si se avergonzase de aquello -
- Sí.
- Pero beso bien ehh! - derrepente me miró una chispa en sus ojos se iluminó y comenzó a reírse -
- Que vaaaa! Besas fatal! Un burro besa mejor! - dije ríendome -
- ¿¡BESAS BURROOOOOS!? Esque como sabes que besan mejor que yo!
- ¡Idiota! - dije olvidando por un momento todos mis problemas -
- Sean Lennox, Gran besador, Mejor besador - dijo echandose un puño al pecho -
Le empujé hacía atrás haciendo que callera y comenzó una lucha hasta que entró James de entre los árboles.
- Leila, escúchame. Tienes 18 años, y aún eres virgen... Soy tu mejor amigo desde que te fuiste... Pierde la virginidad conmigo.
- Estas loco James, no podría. Además, las cosas cambian mi mejor amigo se llama Andy- dije asustada mientras las manos de James me tocaban por doquier -
- Déjala. - dijo Sean apartando a James, pero justo antes de que le apartase James me besó -
Yo inconscientememte le seguí el beso dejando que Ja,es me tocase el culo y el pecho, James me besaba mientras yo le agarraba el cuello o el pelo.
P.V DE SEAN.
- Déjala. - le dije a James, estaba comoletamente asustado James tocaba zonas de Leila que no debía y eso de proponerle que perdiese la virginidad junto a el me enfermó, amaba a Leila siempre lo he echo, y esto me descomponía lo reconozco, pero lo que menos quería era que ella supiese que me muero por ella -
Derrepente James besó a Leila, me quedé de piedra, no por que el la besase si no por que ella le siguiese el beso. Leila dejaba que James la tocase el pecho y el culo y ella le tocaba el pelo o acariciaba el cuello. Le lanzé a James unas llaves. Que el cojió al vuelo sin dejar de besar a Leila.
- Las llaves de la habitación más alejada de la casa, no quiero oír gemidos esta noche. Estaré por ahí, si me necesiaís aunque... Lo dudo.
Me marché dejándo que las lágrimas corriesen a caúdales en mi cuarto, me senté en la cama y un río de lágrimas corrió por mis mejillas. Lo que me esperaba esa noche.
Bien entrada la noche oí gritos en el cuerto de Leila me fuí hasta su puerta y pegué el oído.
- James por favor aléjate de mi, te he besado ese era el trato... No hablamos de tener sexo ni que me tocases... James por favor aléjate de mí si sigues nunca podré mirar a nadie con la cabeza alta... ¡JAMES!
No pude más abrí la puerta sin pensarlo dos veces, James habia empujado a Leila contra la cama y apesar de que el aún estaba vestido Leila estaba completamente desnuda y Andy la tocaba y besaba sin piedad.
- Suéltala, pedazo idiota. - empujé a James y Leila se cubrió como pudo con una sábana y se puso detrás mía - Fuera de mi casa, y no la pongas jamás una mano encima.
James se fué ya que no podía hacer nada, pero no sin antes darme un puñetazo en el ojo.
Me senté en la cama mientras leíla treía hielo. Cuando llegó me ouso hielo en el ojo.
- ¿Que te ha echo? - Leila intentaba cubrir su dolor pero a mi no me la colaba - Leila.
Ella se descubrió de la sábana, no quería verla desnuda, no me agradaba en absoluto pero... Que cosa otra hacer.
- Dios Leila con que te ha dado.
- Con un palo.
- Vé a vestirte, solo son quemaduras, mañana iremos al médico y te recetará alguna pomada.
Cuando Leila se vistió la abrazé con fuerza.
- Tranquila mi niña, nadie te volvera a tocar.

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⏰ Última actualización: Aug 08, 2015 ⏰

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