El Susurro de Anne

Nota de la autora y agradecimientos.

Como los propios personajes han llegado a decir: "todo tiene un final"; pero, modificando la frase, me atrevo a añadir que este está siendo uno de los mejores.

Muchísimas gracias a todos aquellos que han dedicado un poco de su escaso o abundante tiempo a esta novela.

Sinceramente, no me parece la mejor historia del mundo, pero al menos la he terminado —se me hace cuesta arriba continuar con algo y terminarlo, ya que soy una persona un poco impaciente— y la he ido mejorando conforme han pasado los capítulos. Estoy muy contenta con esta historia y, por suerte, ha acabado más o menos como tenía pensado. No me puedo quejar de nada sobre ella.

Soy una persona muy poco sentimental y bastante fría, pero he de reconocer que en algunas escenas y capítulos, se me ha saltado alguna que otra lágrima. Me gusta y me satisface que los lectores sientan lo que los personajes y yo misma sentimos y que se pongan en la situación. Por eso, siempre intento escribirlo a la perfección o, al menos, lo mejor que puedo. Un buen ejemplo de esto sería el Capítulo 30, que, por cierto, es uno de mis favoritos.

Decidí escribir esta historia porque, al igual que Anne, yo tenía un sueño, pero no pude cumplirlo. Así que supuse que escribiendo un libro tratando este tema podría disfrutar y sentir —muy de lejos, obviamente— lo que una persona siente al trabajar en la industria musical.

Puedo deciros que soy una persona muy melómana. El 95% de mi tiempo libre lo "malgasto" escuchando música, componiendo —a veces, cuando me siento creativa—, tocando la guitarra, cantando y descubriendo música y grupos nuevos.

Como ya he dicho, yo también tenía un sueño como Anne, y la verdad es que Anne y yo somos bastante parecidas, física y personalmente hablando. Sin embargo, ella es mucho más valiente, despreocupada y descarada que yo. No obstante, cabe decir que las dos somos igual de inseguras y respondonas. Anne era bastante insegura en sus principios pero fue mejorando conforme fue pasando el tiempo. Ambas compartimos aspectos de la vida y algunas anécdotas pueden llegar a ser un tanto parecidas; al fin y al cabo, el escritor, la gran mayoría de las veces, escribe sobre lo vivido.

Para resumir todo el último párrafo: Anne es la chica en la que me gustaría haberme convertido, he trabajado mucho para definir su personalidad tal y como sabía, de alguna manera, que debía ser.

Y para terminar, muchísimas gracias a todos y todas. Espero que hayáis disfrutado leyendo tanto como yo escribiendo. Ojalá esta historia os inspire o lo que sea para que os lancéis y luchéis por lo que realmente queréis.

Gracias —por enésima vez— y como dijo Lucy Smith: "pero no es un hasta siempre, es un hasta pronto".